Oficialismo que disimula por un lado, pero no tanto a la hora del mostrador de pagos. Chisporroteos a dos puntas en la “oposición”. El receso que generó la gripe A; el comienzo de las vacaciones de invierno; y la relativa impasse que impone la desaceleración pos eleccionaria, a una mezcla de todo eso, parece haber incidido, en buena medida, respecto de la actualidad política del momento.
No caben dudas que algunos aprovecharon la ocasión para hacerse los distraídos respecto de sus fracasos del 28 de junio. Y en esto hay más de un involucrado, por supuesto.
El oficialismo (tenga quien tuviera las culpas) no tuvo el mejor desempeño, aún ganando en el terreno específicamente lugareño. Tratándose de comicios legislativos, ¿acaso ha sido responsabilidad de los ediles “pejotistas” que están divididos sin muchas razones que lo justifiquen?. Porque la victoria fue muy relativa, si de la lista encabezada por Guillermo Quevedo se trata.
Mientras las cosas se “acomodan”, camino de diciembre (faltan cuatro largos meses para esa instancia), el que brilla por su ausencia es el Lord Mayor de la ciudad. No es habitual que se anuncie por el servicio de prensa cuando Cristian Breitenstein se ausenta del despacho mayor de Alsina 65, pero está claro que la falta de su nombre en las crónicas oficiales así lo está señalando tácitamente. ¿No le correspondería licencia y su reemplazo por el primer edil de la lista del 2007?. ¡Olvídalo!, dirá alguno, tantos son los pisoteos que se le propinan a las normas, cualesquiera sean, para no cumplirlas nunca.
Además, con las dificultades que se afrontan en otros niveles, ¿alguien repararía, en dificultades intestinas del partido gobernante en el orden local?. Desde ya que no.
En lo que sí reparan algunos, sobre todo a la hora de pasar por mostradores de pagos ubicados en el sector de Alsina 43 (el viejo Banco Provincia), es en las dilaciones que se producen por allí. Los que tienen que cobrar reciben “nones” como respuesta. Ya sucedía antes del 28 de junio, pero las dificultades, que están a la vista aunque las niegue el siempre ampuloso secretario de Economía municipal, se han acentuado a partir de la terminación del proceso comicial. Y que le vayan a contar a otros (no a los periodistas que no re-preguntan) cuánta es la demora que se ha convertido en crónica en la liquidación de expedientes de “pago-cobro”. Los perjudicados mencionan atrasos no menores a los 90 días en las liquidaciones y con plazos que exceden, por lo común, largamente esos términos.
Y esto llama la atención porque el funcionario del área ha dicho que hay una cobrabilidad del orden del 78 por ciento en las tasas; y también ha citado que la percepción de la coparticipación estaría en los niveles normales para la época del año. ¿Entonces?.
Pero seguramente no es en el oficialismo lugareño el único ámbito en que hay sobrados motivos para preocuparse a futuro. Bastaría con preguntarles a los actuales ediles de la Unión Cívica Radical para caer en la cuenta de que es efectivamente así.
Como tenían poco con la bajísima actuación de la lista 3 en los comicios del 28 pasado (obtuvieron sólo dos bancas), la primera consulta hecha a futuros concejales puso de manifiesto una suerte de desinteligencia entre actuales y futuros, con un agravante, casi imperdonable.
Porque la edil electa Patricia Persigili expuso su punto de vista y el otro nominado (que es actual jefe de bancada), Roberto Ursino, salió casi como con “tapones de punta” desautorizándola. Y obvio, lo que casi todos se preguntan: ¿son dos y no se consultan antes de hablar?.
¡De terror!, como comienzo, más allá que, en rigor, nadie pueda negarle derecho a la principiante a dar a conocer sus ideas. Y que la actitud de “Tucho” (con los años que lleva a cuestas en esto de la política lugareña), debería hacer gala, cuanto menos, de un mayor tacto para manejar situaciones de este tipo. Hay una evidencia incontrastable: el resultado electoral ha dejado sensibilizados a más de unos.
Aún así, hay también margen para alguna sorpresa radicheta. Un asiduo concurrente a Donado 354 no salía de su sensación de mayúscula incredulidad (como no pudiendo dar crédito a la versión que había conocido) ante ciertos indicios de apresurado alistamiento de algunos “correligionarios”:
La especie que lo motivaba, pero desde el escepticismo (al contrario de la esperanza en un mañana políticamente mejor), era la que estaba asociada, según trascendidos, entre otros, a Juan Pablo Baylac, Martín Salaberry, José Luis Malet, Marcelo González y Omar Gaglio.
Los citados, y algunos más, estarían vinculados a la figura de Julio Cobos, el vicepresidente de la Nación, a quien se da como firme postulante a la Casa Rosada en relación a las presidenciales del 2011. Lo que no cierra, para algunos observadores, es el objetivo de aglutinar a “todo el radicalismo, sin distinción de fracciones y listas”.
Analistas de “mentideros” citaron que la pretensión de recuperar la comuna en la próxima cita comicial no es objetable sino todo lo contrario, pero estimaron que los promotores del movimiento (de inminente lanzamiento, estimado para agosto próximo) no serían, precisamente, los mejores interlocutores para encarar la empresa citada.
Siempre en torno a huestes que se rozan con el centenario partido (por aquello del Acuerdo Cívico y Social urdido para la pasada puja electoral), no ha dejado de traslucirse cierta desazón por el pésimo arranque de dos alternativas: una, el chisporroteo Ursino-Piersigili; y otro, de mayor volumen seguramente, el desentendimiento entre Elisa Carrió y Margarita Stolbizer a la hora de la convocatoria al diálogo formulada por el gobierno nacional. Eso sí: algunos se sintieron aliviados porque la óptica distinta podría determinar, a distancia, el alejamiento entre una y otra, con algún beneficio a futuro y pensando en el 2011.
Si esas alternativas, demasiado tempranas, incidirán a dos años vista es lo que ni optimistas ni escépticos alcanzan a vislumbrar. Unos y otros, eso sí, señalan que la hora de los personalismos ya dejó demasiadas huellas negativas y la que viene deberá ser de renunciamientos, antes que de postulaciones. Y opinan que la lista de los que no deben estar es demasiado clara: sobre todo y para empezar, aquellos que fueron artífices de la fresca derrota.
