Casi 50 páginas bastan para dejar en claro que alternativas de provisión de agua a la ciudad existen desde comienzos del siglo XX, y que –como fue expresado en un informe de opinión dado a conocer la semana pasada- la crisis hídrica responde más a una mala gestión del recurso por parte de los responsables, que a la carencia de fuentes de abastecimiento. La Universidad Nacional del Sur y la Facultad Regional Bahía Blanca de la Universidad Tecnológica Nacional culminaron un informe técnico analizando las causas, alternativas y propuestas para solucionar la crisis hídrica que afecta a esta ciudad y la vecina Punta Alta. “Como dato de especial importancia, es de destacar que los estudios realizados hasta el momento revelan que existe disponibilidad en cantidad y en calidad del recurso agua, en diversas fuentes en la región”, tranquiliza el informe. El viernes 12 ambas universidades habían difundido un documento criticando la gestión realizada hasta el momento por los responsables de ello.
El documento elaborado consta de cinco apartados. El primero contempla un breve análisis de la ocurrencia de sequías en la región, los tres siguientes cubren las fuentes principales de agua para consumo humano e industrial con que cuenta la región y el último es un conjunto de propuestas concretas de alternativas para el corto y largo plazo. Participaron en su elaboración los ingenieros Fernando Andrés, Horacio Campaña, José Poggio, Horacio Varela y Juan Carlos Scheffer. También, la magíster Olga Cifuentes; y los doctores Eduardo Bambill, Alberto Bandoni, Jorge Carrica, Elisa Parodi y Cintia Píccolo.
El informe técnico completo y el documento de opinión pueden descargarse ingresando en
www.noticias.uns.edu.ar en la noticia: “Fue dado a conocer el informe técnico de la UNS y la UTN sobre la crisis hídrica”.
Sobre las sequías, el informe se demuestra que “nuestra región ha sufrido en los últimos 100 años períodos de sequía e inundaciones frecuentes, con variaciones espaciales y temporales diferentes. Entonces, se debe tener en cuenta que la sequía que está soportando nuestra región no es algo inusual. Por lo tanto, se recomienda que las autoridades pertinentes establezcan planes de manejo donde se tomen las medidas necesarias para proteger a la población ante estos eventos naturales”.
El informe evalúa la disponibilidad de agua subterránea en la región. Destaca que existen acuíferos con excelente cantidad y condiciones químicas, y también, que la opción de perforar en el Bajo San José no es la más adecuada. Se trata de pozos de rendimiento incierto y elevada presencia de flúor. Aún así, el informe señala que “ante la emergencia hídrica que vive la ciudad y la región, y el hecho consumado de la ejecución de una batería de pozos en ese sector, se considera atinado apoyar esta iniciativa ya que constituye uno de los pocos, sino el único, paliativo para la disponibilidad de agua a corto plazo”.
También analiza la existencia de otras fuentes de abastecimiento, como el endicamiento de varios cursos de agua próximos a la ciudad, la reactivación de pozos, el tratamiento de efluentes urbanos para uso industrial, y la provisión de agua desde el Río Colorado. Todos ellos son considerados como fuentes secundarias, ya que destaca que el dique Paso de las Piedras seguirá siendo por varias décadas la fuente principal de agua para la ciudad.
Las propuestas y recomendacionesEn cuanto a las propuestas, algunas de las que los especialistas sugieren en el corto plazo son avanzar en la explotación de aguas subterráneas porque permiten afrontar distintas aristas de la actual crisis. De ellas se sugiere en orden de prioridades: continuar en Bajo San José, explotar la cuenca subterránea del Arroyo Napostá Chico en proximidades de Cabildo, y publicar a la brevedad el Plan de contingencia que prevea acciones según las distintas circunstancias, pues es vital que la población esté debidamente informada.
Asimismo, incrementar los controles y reparación de las pérdidas de agua en la red, fomentar el uso racional del agua en establecimientos estatales y privados, implementando campañas de control de pérdidas de agua en sanitarios de establecimientos públicos, tales como los educacionales y elaborar planes de contingencia en vista de posibles problemas debidos a la despresurización de las redes de suministro. Reparar o construir un nuevo acueducto de agua cruda al polo petroquímico, a fin de garantizar un adecuado funcionamiento ante variaciones de consumo, y estudiar la factibilidad del reciclado de los efluentes industriales.
A mediano plazo –una vez lograda la explotación sustentable de las aguas subterráneas-, se deberían priorizar las inversiones en los siguientes aspectos estructurales: construir una cisterna de regulación y ampliar la planta potabilizadora en barrio Patagonia mediante la construcción de un tercer módulo, evaluar la factibilidad de construir un nuevo acueducto principal desde el Dique Paso de las Piedras a Planta Patagonia, readecuar la red de distribución de agua de la ciudad para posibilitar un manejo racional y equitativo, y poner en funcionamiento las plantas de tratamiento de efluentes cloacales
Finalmente, recomiendan ampliar los estudios sobre la construcción de un dique sobre el arroyo Napostá Grande en Puente Canessa, no sólo como fuente de abastecimiento de agua potable y/o industrial, sino como solución al problema de las periódicas crecidas que inundan la zona baja de la ciudad en el curso inferior del arroyo, generando un lugar de esparcimiento cercano a la ciudad y de provisión de agua para riego de cultivos.
También, aprovechar el Sauce Chico mediante un sistema integrado por una obra de cierre ubicada en las nacientes del arroyo Chasicó, y avanzar con el proyecto de abastecimiento de agua desde el Río Colorado según propuesta elaborada por el ENHOSA.
