viernes, 13 de junio de 2008

DÍA DEL PADRE, AÚN EN MEDIO DEL CAOS

Estamos frente al último fin de semana del otoño 2008. Es largo porque, para que coincida con el Día del Padre, el feriado del Día de la Bandera, por una de esas cosas que suceden nada más que en esta bendita y dislocada Argentina, el 20 no es el 20 sino el 16, porque está dispuesto que “se pasa al tercer lunes de junio”. No es lo peor, de todas maneras.
Claro que esta vez, no pocos viajes de los que quieren estar con “el viejo”, o de los “viejos” que acostumbran estar con alguno de sus hijos que “está afuera”, no podrán ser.
Es que, aunque sea delito, en este país del revés, donde todo está permitido, están vigentes los cortes de rutas. Perjudique a quien sea, porque hay que escudriñar demasiado y aún así es difícil encontrar a quién beneficia una actitud de esas, por válido que sea el reclamo que la fundamenta.
Y uno ve, por eso, el lamento de los productores tamberos, mientras se pierden millones de litros de leche que les faltan a muchos chicos… y que terminarán faltándole a todos, como sigan así las cosas.
Los testimonios dicen, también, de reservas hoteleras y servicios de micros de larga distancia cancelados, porque no habrá garantías de poder llegar a destino.
Mientras tanto, en medio del caos, sólo se señala que la presidenta de la Nación no irá a Santa Cruz. Se privará de un viaje más en el Tango y se quedará en la Residencia de Olivos. ¿Para qué?.
En la ciudad que, dicen, “vive del campo”, este viernes (13), se cerrará con un “cacerolazo”, en el sector de la Plaza Rivadavia. ¿Lo verán acaso los que dicen según se muestran las quejas?. Difícil, porque es viernes y ya para cuando avance la concentración no habrá noticieros en pantalla y recién se verán imágenes y reclamos el lunes, lo que diluye todo efecto.
Se anuncian frío y viento (nada de esa lluvia que esperan los campos, aunque no se sabe bien para qué, salvo para las haciendas que necesitan pasturas), especialmente para este sábado (14) y también el domingo (15).
Hasta lo que uno puede imaginar, la cosa pintará como para quedarse en casa; disfrutar el domingo; y acomodarse frente al televisor y ver Argentina-Ecuador, por las eliminatorias de Sudáfrica 2010. Porque siempre en bueno ver a la Selección Argentina, pese a los contrasentidos del Coco. Porque Basile apuesta a los jóvenes, como Messi y Agüero, por un lado, pero sigue con aquellos que, sabe de antemano, no estarán para dentro de dos años.
Parece ser que el técnico juega el “día a día” (ganar ahora y después vemos, sobre todo porque está Brasil en turno, en pocos días). Entonces, anuncia a la “Brujita” Verón, aunque muchos no lo quieran, y lo pone junto a Riquelme, el quejoso. ¿Los mantendrá para el 18 en Belo Horizonte?.
Aquí, Daniel Florit le dio descanso del viernes (13) al domingo (15) incluido al plantel que enfrentará a Estudiantes, el domingo 22, en la última fecha del Clausura. Lo criticaron y mucho por esa pausa tan prolongada de cara a un partido decisivo, en el que el aurinegro debe ganar, sí o sí, para mantener su ilusión de seguir en Primera, promoción mediante.
También aquí, por la escasez de combustible, habrá servicios restringidos del transporte público de pasajeros. Buen pretexto, porque hay algunos que lo brindan precariamente desde hace largo tiempo. Y no por los cortes de rutas.
De todas maneras, sin tantos viajes y con más calma aparente (que disimula la bronca que provoca el caos de estos tiempos de la mujer presidenta), llega el fin de semana.
Estamos ante el Día del Padre. Propicio para evocar, con nostalgia, a los que se fueron. Bueno para alentar a quienes, jóvenes padres, afrontan hoy la dura misión de pensar en el futuro de los suyos. Complejo dilema porque todos los tiempos fueron difíciles, pero los que se aproximan lo son un poco más. Aún así, ¡feliz día!.

miércoles, 11 de junio de 2008

GOBIERNO VS. CAMPO, CON UN REHÉN: EL PUEBLO

Que la Argentina, y no de ahora, es el reino del revés, no es ninguna novedad.
Tampoco lo es eso de tomar todos los temas, los más graves incluso, como si fueran un partido de fútbol, dicho esto no todo respeto por la pasión más acentuada de los argentinos.
Que los políticos mienten en campaña para seguir haciendo lo mismo después es algo así como una verdad de Perogrullo. Mucho más si de candidatos pasan a ser electos y gobernantes (o legisladores) un poco más tarde.
Que hay quienes están en funciones (cambiando lugares, pero siempre ahí, en aquello que se conoce como factores de poder) desde 1983 hacia delante (y ya pasaron ¡25 años!), es tan cierto como que no hay ni siquiera una mínima renovación (con las honrosas excepciones que confirman la regla).
Habría infinidad de ejemplos a sumar en una enumeración, pero no hacen mayormente falta.
Queremos expresar, a manera de síntesis introductoria, que no puede extrañar, para nada, que se haya llegado a tres meses exactos -los 90 días se están cumpliendo este martes (10 de junio)- con el conflicto gobierno vs. campo a cuestas y sin el menor atisbo de solución. Es más, con tendencia a agravarse de aquí en más, después que la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) hiciera sus anuncios, por la cadena oficial, respecto a qué destino tendrán los excedentes (se habla de 1.300 millones de pesos) procedentes en las polémicas retenciones que han estado en boca de todos en los últimos tres meses (la mitad de lo que lleva el “ejercicio” de la presidenta elegida el pasado 28 de octubre).
Por si hiciera falta hacemos una salvedad: no hemos comentado el paro agropecuario y las continuas disputas con el gobierno, con los camioneros y con los piquetes emergentes de alguna oficina de Puerto Madero (léase Néstor Kirchner), entendiendo que no es tema ajustado al contenido de una “revista de café”, entendida como lectura para momentos en los que la gente procura olvidarse, comprensiblemente, de los problemas que la agobian a cada paso.
Por lo demás, lo cambiante de la situación (hoy hay paro; mañana no; pasado vemos), nos encontraría con la oferta de un texto desactualizado y por eso menos entendible aún que lo incomprensible de este sonado caso que patentiza, claramente, que vivimos en una Argentina a contramano, simplemente, de aquello que señala el sentido común. Nada más, pero tampoco mucho menos.
Y de esto, precisamente, se trata esta controvertida cuestión, que abordamos por una vez sin el tecnicismo que estos delicados asuntos exigen y circunscribiéndonos a aquello que piensa y expresa el hombre común de la calle.
Durante tres meses la “doña Rosa” de Neustadt o el vecino al que vemos pasar todos los días por lugares comunes han observado, días tras día, como se cortaban rutas; se hacían concentraciones en plazas y paseos públicos (hubo aquí una en pleno corazón de la ciudad, con desfile de tractores y multitudinaria asistencia); y se discutía (en charlas de sordos) entre autoridades y chacareros.
Pero mucho más allá de eso (y no pocos discursos “para la gilada” y sentimientos expresados sólo “de la boca para afuera”), los que nada tienen que ver empezaron a sorprenderse, otra vez, con el continuo remarcado de precios y los cartelitos de “sólo 1, 3 o 5 unidades por cliente” (según los casos) que menudearon, sobre todo, en los supermercados (prestos a sacar partido de la situación y echando mano a sus depósitos y para nada de cargas recién recibidas). Para decirlo más simplemente: buenos negocios para supermercadistas (que no desaprovechan ocasión) y menos artículos en los changos de los consumidores, aunque con ticket más abultados al pasar por caja.
Así, durante 90 días, la cosa se asemejó mucho a la de algunos años atrás, volviéndose a un cuadro de situación que se creía superado por obra y magia del “Pingüino”, aunque fuera un transitorio espejismo.
Y esto es de explicación muy simple: no sólo afloró la falta de algunos alimentos (o la suba indiscriminada de sus precios, que es casi peor), sino que volvió a quedar sobre el tapete la precariedad de la bonanza atribuida al ciclo de Kirchner en la presidencia.
Bastó que la tozudez del gobierno (¿de la ejecutora o del ideólogo?) pusiera en marcha la variante de las retenciones móviles, para echar mano del buen rédito que ofrece la soja para que se desnudara la fragilidad del buen momento esgrimido como estandarte de la positiva gestión gubernamental.
La urgencia de pago de intereses de la deuda externa y la exigencia de “tener caja” hizo estallar manifiestamente el problema. La receta equivocada, exhibida de la mano del facilismo, tuvo el efecto contrario: ¿puede recaudarse, acaso, subiendo los índices cuando la producción primero y las ventas después son menores?.
Pero, además de pretender apagar el incendio echando nafta, se generó el principio de desabastecimiento y la consecuencia natural: suba de precios; mayor demanda (por si acaso) y alarma general. Con otra resultante de esas que no esperan nada: empresas paradas; gente que no trabaja y por lo tanto no cobra; y la reaparición automática de los comedores comunitarios, a la usanza de las épocas de las peores crisis (que se han renovado cíclicamente).
Lo siguiente, en el “alto” nivel de las discusiones, fue el pobrísimo contenido de la puja: echarse la culpa unos a otros: “parar”, por si hiciera falta, el país durante tres meses; enfrentar a unos con otros; y dejar, en el medio, al rehén de turno, que lo es aunque no haya armas de por medio (aunque sí la amenaza de hacer que aparezcan si es preciso).
El poco tacto fue una constante, agravando la tensión, mientras el país en su conjunto desaprovechaba el histórico momento propicio que ofrece el mercado mundial, necesitado más que nunca de alimentos (esos que Argentina puede proveer en cantidades manifiestas) y por eso dispuesto a comprar aquí lo que en otros lugares escasea y mucho.
Mientras tanto se tiraban millones de litros de leche (que buena falta hacen en cualquier lado), por citar un caso de la crónica diaria, el producto faltaba en las góndolas.
El litigio de la soja y sus retenciones se fue extendiendo a todos los ámbitos, por el capricho gubernamental y la respuesta del campo a ese capricho. Comprensible, sí, pero no por eso con adhesión general indefinida y para siempre. Ya en las últimas semanas se notó como la espontánea compañía del pueblo empezó a declinar, pues la “doña Rosa” de Neustadt y el vecino común de la calle se hartaron de la puja; de la repetición de las acusaciones; de los discursos repetidos; y de la falta de respeto del gobierno (viaje de la presidenta incluido para la cumbre de la alimentación, en Italia).
¿Y ahora qué?. Lo de este lunes (9), con el anuncio del destino que tendrá el excedente de las retenciones: hospitales, viviendas y caminos rurales. Es decir, transferir la cuota hacia objetivos (¿quién garantiza que se cumplirán?) con los que nadie puede estar en desacuerdo.
De haber cambiado las reglas de juego a mitad de camino, el gobierno pasó a fijar a qué volcará los ingresos para conseguir una endeble adhesión a sus determinaciones, que le devuelva la confianza de la ciudadanía.
La cruel duda que queda planteada es cuál será la posición del campo frente a esto que ahora debe aceptar, sin que eso suponga que estará dispuesto a seguir produciendo como si nada hubiese pasado.
El daño ya está hecho: los precios no bajarán; hay transportistas que ya están preparado su paro; en el campo, el tiempo perdido no se recuperará; la falta de caja obligará a nuevos mecanismos de recaudación; la distancia entre los políticos y la gente raramente podrá acortarse, porque hay posturas interesadas en no perder el respaldo de Nación; en la provincia, el gobernador no da pie con bola y prefiere ocultarse; y como esos, muchos ejemplos más, vistos desde la óptica de los que no conocen de técnica ni agropecuaria ni fiscal.
Que Argentina está perdiendo una ocasión inmejorable que nadie garantiza que se repita en el tiempo, es cierto (los mercados, aún exigidos, descreen de futuros cumplimientos argentinos).
El problema sojero, que no toca a nuestra región sudoeste, ha metido a todos en la misma bolsa. ¿Y que pasará con esta zona donde no sólo no hay soja, sino que la falta de lluvias ha empobrecido los campos y bajado el stock ganadero?.
Hace horas, nada más, hubo una reunión regional en la que no pocas voces se alzaron para puntualizar la crítica situación que se vive y la mucho comprometida que se viene. Hubo claras ausencias. Y algo más: la concertación plural, fundada en promesas, ha sufrido un duro revés, poniendo a no pocos protagonistas (pre octubre 2007) entre la espada y la pared.
Mientras el gobierno habla de otra cosa (porque dice que no todo es soja), el campo se apresta a decidir cursos de acción. El pueblo, rehén de una situación plena de hipocresías, vislumbra un futuro inmediato de marcada estrechez. Y todavía no es invierno…

(Este comentario integra la edición gráfica 173 de LA TRASTIENDA DE BAHÍA, revista de café).

lunes, 9 de junio de 2008

OLIMPO NO PUDO CON EL RIVER CAMPEÓN PERO MANTIENE SU ESPERANZA

Con una fiesta preparada –por los millonarios deseosos de “sacarse la mufa” de una primera mitad del año muy poco propicia- no era fácil sustraerse al clima de triunfo anticipado con el que River Plate recibió a Olimpo. En Monumental a pleno sólo se pensaba en la gloria del título. Por eso enmudeció cuando Josemir Lujambio decretó el empate para el aurinegro, cuando corrían 20 minutos de la segunda etapa.
Antes de eso, el dueño de casa parecía haber hecho todo (no tanto por tratarse del a la postre campeón, de todas maneras) para quedarse con el festejo. No importaría demasiado si era con una gran actuación o con lo escasamente justo para llevarse 3 puntos y conseguir (ayuda mediante de los propios pincharratas) la diferencia necesaria para tornarse inaccesibles, en puntos, para Estudiantes.
Es cierto que para lograr la diferencia bastaron algunos chispazos… y que estuviera en la cancha Diego Buonanotte, la figura riverplatense de este Clausura casi para el olvido aún para el propio campeón, salvo por la trigésima tercera corona lograda en el profesionalismo.
Es igualmente válido que Olimpo no se entregó, fiel a la actitud que ha puesto de manifiesto desde que Daniel Florit, su técnico, está en la conducción. Hubo momentos en que le jugó de igual a igual, por esas ganas que han hecho que el aurinegro no se sienta vencido ni aún vencido.
El adiestrador ha reconocido por allí que se equivocó en algún cambio y debió mandar a la cancha a “Matute” Morales. Puede que tenga razón (o no) porque nada garantiza que el relevo hubiera funcionado como las exigencias del partido lo demandaban. Florit reflexionó que el jugador podría haber hecho el control de la pelota y la pausa que ayudaran a mantener la igualdad (1 a 1). Cuestión opìnable, sin duda; y una actitud responsable de quien, también en el contraste, se ha hecho responsable.
La penúltima fecha del Clausura, este domingo (8), y el 2 a 1 que favoreció al ahora nuevo campeón, no fue totalmente adversa. La conquista millonaria dejó fuera de carrera a Estudiantes, que llegará a Bahía Blanca para la jornada final, el domingo 22.
Olimpo tiene intactas sus chances. Hay muchos números para hacer (gane; empate o pierda el elenco bahiense). Preferimos desechar la última opción y confiar en la victoria que elevaría a 1,184 el promedio que ahora es de 1,135. Están Colón, Racing y Gimnasia de Jujuy pugnando por zafar y las variantes, según los resultados que se produzcan, son varias.
Bastará eso sí que Olimpo repita buena parte de lo hecho desde que Florit asumió. Con ganas; con fuerza, su objetivo estará al alcance de la mano. Ojalá así sea, porque la plaza en Primera A de AFA tiene, para la ciudad, mucha más importancia que lo que algunos imaginan.
NOMBRES Y NÚMEROS DE LA DERROTA
River Plate (2): Juan P. Carrizo; Paulo A. Ferrari, Gustavo D. Cabral, Eduardo N. Tuzzio y Cristian Villagra; Oscar A. Ahumada, Matías Abelairas, Ariel A. Ortega (85 minutos, Andrés L. Ríos) y Radamel Falcao García; Diego Buonanotte (89 minutos, Nicolás Domingo) y Sebastián Abreu (63 minutos, Augusto Fernández). Director técnico: Diego P. Simeone. Suplentes: Juan M. Ojeda, Danilo T. Gerlo, Rodrigo J. Archubi y Mauro Rosales.
Olimpo (1): José F. Ramírez; Jorge D. Martínez, Matías Villavicencio, Federico Mancinelli y Cristian Tavio; Diego A. Barrado, Gustavo Pinto, Marcelo F. Perugini (86 minutos, Javier M. Páez) y Leandro González (56 minutos, José L. Ulloa); Mauro Olivi y Josemir Lujambio (85 minutos, Mariano M. Martínez). Director técnico: Daniel Florit. Suplentes: Matías Ibáñez, Angel A. Morales, Javier S. Robles y Rogelio S. Martínez.
Los goles: en el primer tiempo, a los 16 minutos, Diego Buonanotte (River); y en el segundo tiempo, a los 20 minutos, Josemir Lujambio (Olimpo); y a los 33 minutos, Diego Buonanotte (River).
Amonestados: Diego Buonanotte, de River; y Diego A. Barrado, Cristian Tavio Marcelo F. Perugini, de Olimpo.
Arbitro: Javier Collado.
Estadio: River Plate.

domingo, 8 de junio de 2008

080608 ZAPPING: LO BUENO Y LO OTRO DE LOS MEDIOS

Sin hacer demasiado zapping por los medios obtuvimos, en los últimos días, algunos apuntes dignos de ser citados. Por caso, en la habitual emisión de los sábados, el día 7, Sergio Buyanovsky dialogó con Mónica Gutiérrez, la periodista de América.
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Sea porque su estilo habitual es ése, de marcada sobriedad, fuera porque andaba de paseo por razones familiares, cerca de la Quebrada de Humahuaca, con lo que significa estar por esos lugares, la entrevistada tuvo una óptica muy atinada respecto de la actualidad, problema del campo incluido. ¡10 puntos para el testimonio!, muy oportuno para el día del periodista.
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También este último sábado (7), un hecho triste dominó la escena del periodismo nacional: el fallecimiento de Bernardo Neustadt (ver aparte). Ya cerca del final de la jornada, Alfredo Casero, invitado de la noche en TVR, salió de su cuota de humor y analizó, con una seriedad impagable, el racconto que se hizo sobre el periodista desaparecido. La intención, al consultarlo (como hacen los conductores) era que se sumara al vilipendio a que daba lugar, para ellos, el repaso (en imágenes y palabras) sobre el polémico Bernie.
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Casero dijo, para sorpresa de los anfitriones, que más allá de su estilo, Neustadt fue un periodista que incidió en la historia política del país en el último siglo. Y abogó, en el cierre de ese pasaje, por el “respeto por los muertos”. ¡Para aplaudirlo!.
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Néstor Matoso, en el habitual “Otra vez juntos” de este último sábado (7), hizo una pincelada de esas que son una invitación a la sonrisa. Evocó a Fidel Pintos, en su personalización del “chanta” de antología que fue en una de sus afamadas intervenciones. Fidel hablaba del softbol de décadas atrás. Y citaba nombres muy ligados a esa disciplina en Bahía Blanca. ¡De no creer!.
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Del diario de este domingo (8), algo para resaltar: la nota con los estudiantes de periodismo. Interesante por las respuestas de los jóvenes entrevistados. Nos sugiere una pregunta: ¿los institutos que dictan periodismo, rastrean qué medios alternativos hay en la ciudad?. Por las evidencias, allí, en eso, se demuestra muy poca inquietud. Ojalá quienes se gradúan tenga algo más de eso que hace falta para ejercer esta apasionante profesión. De lo contrario (ver nota sobre el día del periodista, en páginas 3 y 4), será siempre más de lo mismo.
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Buena. Fue la previa de River-Olimpo, por LU2, este domingo (8). Eso, por los datos aportados y los testimonios logrados para la transmisión que después tuvo los relatos de Diego Hernán Vita (subiendo el volumen).
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Malo 1. El exceso de información “amontonada” con la uqe Eduardo “Cocho” López quiere ilustrar en las emisiones de los 840. ¡Ni que hablar cuando ha intentado explicar las posibilidades de Olimpo aludiendo a los puntos que saquen el aurinegro y sus rivales directos, para evitar el descenso. ¿Hace falta, acaso?.
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Malo 2. El reportaje previo al partido hecho a Daniel Florit. El movilero intentaba hacer decir al técnico de su emoción al pisar el césped del Monumental de Núñez. No era así, pero el entrevistador insistió. ¡No aprenden!.

OPORTUNIDAD CASI INÉDITA

Parece mentira pero Olimpo (20 puntos, 15 de ellos con su nuevo técnico) es el árbitro de la definición del Clausura 2008 de la Primera A de AFA. Tanto que ya dejó en el camino al mismísimo San Lorenzo (apurando el retiro del soberbio Ramón Díaz), y va por más, nada menos que en el Monumental, algo así como la “catedral” del fútbol argentino.
Allí, este domingo (8), a las 16.20, le esperará River Plate, con estadio a pleno, para ¿festejar? el título (¿podrá?). Será por la décimo octava y penúltima fecha del torneo. Pitará Javier Collado.
Pese a la aspiración millonaria, el aurinegro espera salir con la suya y no sólo ganar este pleito sino resolver su propia ambición, que fue creciendo con el transcurrir de los partidos: salvarse del descenso directo (está en camino) y tratar, incluso, de evitar la promoción (para eso tiene que ganar esta vez y en la última fecha, ante Estudiantes, en el Carminatti, el escenario más tradicional, por lejos, de nuestra ciudad).
No es poca cosa para ninguno de los dos, aunque desde ópticas totalmente disímiles: uno, busca la corona; otro, consolidarse en la categoría de elite del fútbol de nuestro país, uno de los más jerarquizados del balompié mundial.
El clima está creado. Se agotaron las entradas, porque los de la banda roja, flacos de éxitos este año, quieren dar la vuelta olímpica como campeones en su clásico reducto.
Desde el otro ángulo, un millar de hinchas olimpienses, cuanto menos, estarán alentando a su equipo. Algo casi impensado antes que asumiera Daniel Florit para llevar a Olimpo de la decepción total a la euforia de una seguidilla ciertamente increíble, pero cierta.
Faltan pocas horas. El clima está creado y es de suponer que en la mitad de la tarde de este domingo, Bahía Blanca estará, como en los mundiales, poco menos que con sus calles desiertas por dos horas. Es que el aurinegro alienta la máxima pasión deportiva (aunque se diga otra cosa). Es el único, por estos lares, capaz de codearse con los mejores del fútbol nacional. Y tanto propios como extraños no quieren alejarse de la posibilidad de seguir gozando del espectáculo que significa el fútbol de primera.
LAS FORMACIONES
River Plate: Juan Pablo Carrizo; Paulo Ferrari, Danilo Gerlo o Eduardo Tuzzio, Gustavo Cabral y Cristian Villagra; Oscar Ahumada y Matías Abelairas; Ariel Ortega, Radamel Falcao y Diego Buonanotte; Sebastián Abreu. Director técnico: Diego Simeone.
Olimpo: José Ramírez; Jorge Martínez, Matías Villavicencio, Federico Mancinelli y Cristian Tavio; Diego Barrado, Marcelo Peruggini, Gustavo Pinto y Leandro González; Josemir Lujambio y Mauro Olivi. Director técnico: Daniel Florit.
Arbitro: Javier Collado.
Estadio: River.
Hora de inicio: 16:20.