Nunca se sabe. Y esto viene a propósito de los cambios que en algún momento, un año atrás, se registraron en Villarino, camino de la alternativa electoral del mes de octubre, que consagró a la lista de la concertación plural, por encima del Frente para Victoria/PJ y, casi obvio, de la Unión Cívica Radical, ocho años después del triunfo de 1999.
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Allá por julio 2007, un poco antes del 121 aniversario del vecino distrito, una “pata frentista” accedió a diversos cargos en el municipio, por entonces gobernado por el “no electo” intendente (RM), a quien dejó el cargo el sí reelecto del 2005, que no concluyó su mandato y se fue a ocupar un escaño en la Cámara Baja bonaerense.
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Dicen que no hay peor astilla que la del mismo palo y algo de eso se puso en marcada evidencia en los pagos de la cebolla y del ajo (productos distintivos, según se trate, de las zonas sur y norte del dilatado partido), sin olvidar la elevada cantidad de cabezas de ganado que son una particularidad, también, que marca riqueza cierta por esas sufridas tierras.
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Ya había signos pocos alentadores por esos tiempos por allí, pero el pueblo (el soberano, según los que saben), siempre quiere hacer sus propias experiencias. Esto, aunque sean fallidas (porque guiarse de sugerencias, sin probar de equivocarse en vivo y en directo, no tiene gracia).
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La ciudadanía villarinense quiso decidir por su cuenta (y es lógico, a sus componentes les asiste ese derecho; no a los que “son de afuera y de palo”). Votó y nominó. De esa manera, de buenas a primeras, el “no electo” se convirtió legítimamente en el “ahora electo”. Cómo y a través de qué era harina de otro costal (¿así le dicen?). Pero que se veía venir, era tan indiscutido como que ganó y el pueblo castigó, al que lo había dejado en el sillón mayor de Moreno 41 de Médanos, con una derrota más que aplastante.
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A poco de andar, se pusieron de relieve las diferencias en lo que fue la lista de la “concertación plural” urdida, para todo el país, por el ahora presidente del PJ y además ex presidente de la Nación, Néstor Kirchner. Era hecho consumado la presencia de funcionarios “peronistas” (¡qué antigüedad, no!) en algunos lugares claves del gabinete. Y, además, de esa extracción frentista pasó a ser la presidencia del Honorable Concejo Deliberante.
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A favor del verano un tanto, al principio; y por la Fiesta Nacional del Ajo otro poco, después, las diferencias se disimularon. O no tanto. Después vino el enfrentamiento gobierno vs. campo; o campo vs. gobierno, para extender un poco más la perceptible colisión de intereses y actitudes, de uno y otro sector del gobierno. Ahora, con las polémicas retenciones móviles derogadas (efecto Cobos), es la hora de empezar a sincerar posturas.
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Por allí hubo declaraciones de Raúl Mujica a ImpulsoBaires (ya insertas en este blog). Pero al margen de ellos, ya hubo algunos chisporroteos o algo más en el “pago chico” de Villarino. Por caso, dicen los observadores, alguna marcada crítica del titular del cuerpo legislativo al secretario de Obras Públicas del municipio, en un programa periodístico de cable. Y un evidente protagonismo, al menos mediático, pero también de gestión, del propio presidente del HCD (doctor Carlos Bevilacqua).
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Vaya a saber a sugerencia de quién, el gobierno municipal anticipó al sábado pasado (26), inusualmente por cierto, el festejo de los 122 años del distrito. Se hizo en la ciudad cabecera (Médanos), con un acto central cumplido, con buena concurrencia, en el teatro de la Asociación Italiana.
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Lo que no se dejó traslucir fue la ausencia, según algunos observadores, de funcionarios que, pese al inicio de las vacaciones de invierno, debían estar presentes. Los que quieren ver un poco debajo de aguas un tanto turbulentas explican que esos “faltazos” se debieron a desinteligencias cada vez más marcadas en el ejecutivo de Villarino. Qué hay de cierto en eso se verá con el tiempo.
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Lo que no precisó demasiado para manifestarse fue el fracaso de una cena (a 45 pesos por cabeza la tarjeta) que estaba programada para cerrar la anticipada jornada festiva. Leímos por allí que era en apoyo de la Asociación Bomberos Voluntarios (una entidad que merece respaldo y mucho) y que las previsiones originales fueron disminuyendo progresivamente a medida que se acercaba la fecha del evento. Se hablaba de un centenar de comensales, pero no se llegó. Y al final, la cosa se circunscribió a una comida para “26 cubiertos”, en “El Aromo”, un lugar que ha sido habitual punto de encuentro gastronómico de funcionarios, en todos los tiempos. Allí se disfruta de muy buenos platos y en eso, al menos, la idea fue un acierto.
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¿Por qué no dio resultado el convite más ampliado?. Primero, porque, por si hiciera falta, eso puso de relieve que no es el mejor momento del gobierno comunal, que ya ofrece demasiados blancos para la crítica. Y, seguramente, porque para manejar ciertas convocatorias hay que tener algo más que ganas. No es fácil la cosa. Nos remitimos a algunas experiencias válidas de las que fuimos protagonistas a lo largo de muchos años en Villarino. Vaya esto a manera de recordatorio para quien, andando el 2006, se permitió alguna ligereza de opinión. A buen entendedor, pocas palabras bastan. Sólo hace falta tener memoria, la que se acentúa con los años, aunque parezca lo contrario. Algunos, que conocen, sonreirán con este cierre. Nosotros, ¡también!.
FOTODe un tiempo no muy lejano. Raúl Mujica (derecha) poniendo en funciones a Carlos Bevilacqua (centro) y Diego Alessiani, en julio 2007, en Villarino. Las diferencias parecen ahondarse.
