viernes, 5 de noviembre de 2010

DÁMASO LARRABURU PRESENTÓ LÍNEAS DE CRÉDITO DEL GRUPO BAPRO



El vicepresidente ejecutivo del Grupo Banco Provincia, Dámaso Larraburu, presentó en Bahía Blanca, líneas de créditos para los diversos sectores productivos de la zona; y, además, dio a conocer los servicios de Leasing.

Participaron del evento alrededor de 150 representantes de sectores industriales de la zona, que se interesaron en conocer las nuevas propuestas que ofrecen el banco y el grupo, para continuar ampliando sus negocios, dijo una fuente oficial a propósito del acto, cumplido este jueves (4).

Larraburu afirmó que “desde esta gestión tenemos firmes directivas del gobernador Daniel Scioli para trabajar muy cerca de los sectores productivos de la provincia de Buenos Aires y brindarles todo el apoyo necesario para que continúen creciendo”.

Con estos encuentros, el banco y el Grupo Banco Provincia, buscan acercarse a empresarios locales para brindarle las mejores herramientas y así acompañarlos en su crecimiento para incentivar el proceso económico de producción, manteniendo el firme objetivo de trabajar por y para la gente de la provincia, citó el informe.

La reunión tuvo como eje presentar Provincia Leasing, una empresa del grupo que ofrece este instrumento financiero orientado a incrementar el potencial productivo de las empresas, brindando al empresario la posibilidad de incorporar bienes de capital, sin realizar un desembolso inicial importante y pagando el bien en cánones mensuales. Por su parte, el Banco Provincia efectúa constantes actualizaciones de sus líneas de crédito para adecuarlas a cada productor, se puntualizó en la gacetilla dada a conocer acerca de la presentación hecha por Larraburu, de la que se dio cuenta tardíamente.

El evento, dicho sea de paso, tuvo lugar en el Salón Blanco del club Argentino de nuestra ciudad.

ENTRE EL “MAMARRACHO” Y… ALGO MÁS

Como si lo importante fuera eso, termina de anunciarse el calendario de feriados nacionales. Y ya, a un poco más de dos semanas vista, hay uno que se incorpora: el lunes 22 de este noviembre.

Además, por decreto (¿necesidad y urgencia, acaso?), se incorporó a los Carnavales 2011, como días festivos. ¿Para estar a tono con el corso que sigue siendo esta Argentina de los tiempos actuales?. Dicho esto con todo respeto por las “mascaritas”, que tendrán su turno, entonces.

Mientras tanto, aquí, en esta ciudad “careta” por excelencia (donde siempre se mira para otro lado), un estudioso de temas municipales –presidente del HCD en los tiempos iniciales del ’83- señaló su escepticismo respecto del plan de pavimentación pergeñado a nivel comunal con vigencia hasta el ¡2028!, por aquello del bicentenario de Bahía Blanca.

No lo dijo él, pero ¿qué tiene de solidario ese programa si el aporte es compulsivo?. Metido, como estará, en las tasas, no será un pago voluntario, sino exigible. Pero claro, cuando lo anunció, al intendente le urgía tener algo “de peso”, para confirmar su postulación para el período 2011-2015.

Si como muchos suponen, accede a ese nuevo período de gobierno, aún así, después de ese ciclo, habrá 13 años más, hasta el dichoso evento de los 200 años del “Pago Chico”. ¿Pensará acaso ser todavía intendente por entonces?. Rondará los 58 años… y no será, por cierto, el joven Lord Mayor de hoy en día. Pero, además, ¿proyección de 18 años cuando en este bendito país no se sabe qué ocurrirá al día siguiente?. ¡Por favor!.

Un anuncio, de esos que nunca faltan, ubica recién para el 2012 la posibilidad de solución en el aeropuerto, con el tema del balizamiento que permitiría vuelos nocturnos o algo parecido. ¿Qué, cómo?.Así de simple; mientras algunos insisten en que llegarán nuevas líneas aéreas a posar sus máquinas en Comandante Espora.

Bahía Conduce, no mucho más que un slogan publicitario, sigue teniendo sus pronunciadas falencias. El pasado lunes (1), sobre las 5.30 de la tarde, un micro (de la empresa capitalina que ha sentado sus reales por estos pagos) ocupaba el lugar reservado al estacionamiento transitorio de las combis (de transporte escolar) que aguardan habitualmente la salida de los escolares, en la segunda cuadra de la calle Rondeau, frente mismo a lo que es el Colegio Don Bosco. Claro, no podía moverse, porque la carencia era de uno de sus neumáticos, de obligado recambio. Hasta ahí, solamente un imponderable.

Lo cierto que es, antecediéndole en su ubicación, aparecía un enorme vehículo, de porte similar al “colectivo” y de una antigüedad por cierto tan notoria como la de la unidad de transporte de pasajeros. Tampoco nada del otro mundo, salvo la pérdida, pronunciada, de su combustible, frente a un lugar de no poca concentración de público, entre los chicos que salen del colegio; y los padres, o familiares, que aguardan el final de la jornada escolar. Los controles, ¡bien gracias!.

Don Julio (Grondona), el mandamás de AFA, estuvo en el Congreso. Y negó la vinculación del ente de conducción del fútbol nacional con los “barras”. Lo dijo sin ponerse colorado. Una más, del caradurismo total que le distingue, porque horas antes urdió lo de una hipotética “comisión de selección” (¡qué antigüedad!) para nombrar el “Checho” Batista, como DT del equipo argentino, hasta el ¡2014!. ¿Mucho, no?. Mientras, el “Diego” deleitaba en China, recibiendo honores, porque es una figura. ¿No merecía, acaso, una segunda oportunidad?. Así como es, con sus innegables virtudes en el manejo de la pelota, que lo convirtió en inigualable en toda la historia, es, por lejos, un símbolo. Lo que reconocen en todo el mundo. ¿Por qué habría de serlo aquí, no?.

Por aquí cerca, este martes (2), Médanos, pueblo cabecera del vecino distrito de Villarino, se puso de pie, junto a su intendente (Raúl Mujica), para manifestar que “quiere ser Patagonia”. Manifestó su clamor en respaldo al proyecto (ya con media sanción, la de la Cámara Baja), de la diputada nacional María Virginia Linares. Sin duda, una posibilidad de intentar cambiar la historia, que sabe de postergaciones inexplicables. Lo merece…

domingo, 31 de octubre de 2010

EL DÍA DESPUÉS Y EL LEGADO A ASUMIR: TODO UN DESAFÍO

Escribíamos ayer que “la Argentina, controvertida pero apasionante, se empeña con ese espíritu que la distingue, en mantener sus simbolismos, así como es; así como se la representa; así como se la quiere, más a medida del corazón que ajustada a la razón”.

Decíamos, por eso, de “sus ciclos, cambiantes; insólitamente marcados por la contradicción, que une las alegrías con las tristezas; las euforias seguidas de desazón; la incredulidad casi dándose la mano con el exceso de confianza”.

Se nos ocurría, también, expresar que “al fin de cuentas, es ese país, hecho a la medida de los argentinos, autosuficientes y escépticos casi a la vez”; como así “grandilocuentes o desangelados en cuestión de minutos”. Pasionales, eso sí, por sobre todas las cosas, definíamos, “y por eso capaces de la entrega total, a despecho de sus incontables frustraciones, pero seguros de que el éxito estará, a un paso, en el amanecer del día después”.

Es, este sábado (30), ese “día después”. Tras la despedida casi desgarradora, que convocó multitudes, en la insondable Buenos Aires; pero que sumó a casi todos (¿podía ser acaso de otra manera?) en la Santa Cruz, específicamente Río Gallegos, que supo, 60 años atrás, del nacimiento de un hombre casi predestinado. Porque lo fue, sin duda, Néstor Kirchner. Uno de los elegidos, sin que sobre esto pueda abrigarse duda alguna.

Es, efectivamente, el “día después” tan temido. Porque nobleza obliga: nadie, que se precie al menos de haber sondeado mínimamente los vericuetos de la política argentina por décadas, puede ignorar los efectos de un suceso tan imprevisto como imaginable a la vez. Porque la muerte que se llora, no fue simplemente una cuestión del azar, ni del destino. Fiel a su carácter, a su espíritu, el “Lupo” (como lo conocían sus coterráneos) o el “Pingüino” (como trascendió, proyectado nacionalmente), como quiera llamársele, ha debido tener, en un rincón íntimo de sus pensamientos, alguna conciencia de la amenaza de un final abrupto.

Se ha dicho que tuvo la muerte deseable. ¡Mentira!, ni siquiera la que es “súbita” lo es. Porque deja tras sí la angustia superlativa en los que quedan; y las secuelas de todo aquello no previsto por el que se fue. “Suena bien”, de la boca para afuera. No puede, ni por asomo, considerársela oportuna, de ninguna manera.

Pero sí, encierra tras su impensado realismo, un conjunto de interrogantes, que se abre como abanico para el momento posterior, el que viene, desde este sábado (30) hacia adelante. Ya nada será igual: ¿acaso mejor o peor?, es la cuestión. Porque de eso se trata.

Cuando las muestras solidarias (no la congoja), dejen lugar, desde el primer día de noviembre, a la realidad que indica que la vida sigue (sin que eso signifique olvido), Cristina Fernández, ahora la viuda del ex presidente fallecido, deberá enfrentarse, crudamente, a lo que viene.

Y entonces, más allá de las expresiones que la acompañaron por estas últimas horas (sentidas las más; no tanto las menos) se presentará ante sus ojos un complejo conjunto de alternativas a asumir: hacerse cargo del poder (no sólo el gobierno); controlar los excesos del entorno (los atemperaba Néstor); mitigar la primacía del sindicalista Hugo Moyano, no sólo en el manejo de la central obrera, sino en su proyección como presidente del PJ bonaerense; asumir o no (Daniel Scioli es el reemplazante natural de Kirchner) la presidencia del PJ nacional; definir su ahora casi excluyente candidatura a la reelección 2011; y resolver los conflictos (¿heredados o compartidos hasta ahora?) en no pocos frentes: el campo; el empresariado; la iglesia, entre ellos. Y algo no menor, reservado hasta ahora a la decisión del ex presidente desaparecido: la caja y todo lo que implica la distribución o no de los recursos del Estado.

De cara (a un año justamente de esa instancia) no será poca cosa afrontar el proceso que desembocará en las elecciones de octubre del año próximo. Porque a nadie escapa que, después de los “¡Gracias, Néstor; y fuerza, Cristina!”, sobrevendrán las apetencias, propias y extrañas, porque el terreno queda libre y los espacios vacíos, inexorablemente, tienden a ser ocupados, en todo tiempo y lugar.

Ha habido ya, hace pocas horas, manifestaciones concordantes en la necesidad de respaldar una gestión. La “gobernabilidad”, siempre tan proclamada, ofrece opciones. Tomarlas o dejarlas es algo que, andando los días, desnudará todas las miserias. No puede ignorarse (sería trágico) que ha sido, es y será así, porque frente al mejor espíritu de conciliación y solidaridad, se “planta”, casi naturalmente, la ambición humana.

Si Cristina Fernández, mujer inteligente y de temple, sin duda, se hace cargo del legado recibido, seguramente, abrirá la puerta a la esperanza de un mañana mejor. Si lo hará y cómo es el interrogante, todavía sin respuesta. Todo un desafío para la presidenta en soledad.