sábado, 11 de julio de 2009

POLÍTICA AL DÍA, EN MEDIO DE LA CRISIS Y LA GRIPE A

"Hasta el último día, sostuve que estaba trabajando conjuntamente con el gobernador y con la presidenta y que necesitábamos el apoyo. Evidentemente, esto tuvo un costo, porque mucha gente puede tener una percepción positiva de mi gestión, cosa que agradezco y reconozco, pero ha considerado que no era posible cambiar la ciudad si no se modifica el país y algunos valores que hoy están en crisis".

Estas declaraciones fueron formuladas por el intendente municipal, Cristian Breitenstein, en la semana que comprendió a los comicios legislativos del domingo 28 de junio.

Fueron, obviamente, transcriptas en no pocos sitios de Internet, locales y provinciales, porque significaban, quiérase o no, una tardía reflexión del jefe del gobierno comunal de la ciudad.

Breitenstein admitió además, en esa ocasión, que "hay que llevar a cabo un ‘mea culpa’ de lo que ha ocurrido y reconsiderar algunas situaciones de forma y de fondo".

Resaltó que el sector que impulsó debió resistir "un tsunami de De Narváez y de Stolbizer, quienes hicieron una excelente elección, y hasta una colectora del justicialismo que dividió”.

"Peor escenario no pudimos haber tenido”, reveló. “Por eso, en este contexto, estamos satisfechos por el resultado obtenido", prosiguió.

El intendente estimó como "posible" que la lista colectora que postuló a Gustavo Mandará haya sido conformada luego de que el propio Breitenstein se negara a aceptar una candidatura testimonial y, en tal sentido, cargó contra el ministro del Interior, Florencio Randazzo, aunque sin nombrarlo.

"Esta decisión no fue de Feliú ni de Mandará, sino de algún ministro nacional que se equivocó y ahora debe corregir. El peronismo tiene que volver a ser un partido serio, que genere internas para no confundir a la gente", puntualizó.

En tal sentido, reconoció Breitenstein haber conversado con el ministro Randazzo, "pero no de este tema".

"Más allá de él, creo que la gente ha pedido un cambio que hay que evaluar y fijar una nueva agenda. Ya hablé sobre el particular con el gobernador Scioli, con quien seguramente me reuniré. Acá, hay que corregir, replantear y mejorar un montón de situaciones", dijo el intendente de la ciudad.

Después de consignar que está evaluando recurrir a la justicia, ante expresiones vertidas por el ex fiscal Hugo Cañón, reconoció el acercamiento del ex candidato a intendente Federico Susbielles a su espacio político.
"Voy a tratar de unir a los sectores que circunstancialmente han estado al margen de este proyecto, para abordar la realidad política nacional desde otro lugar", terminó.

Las expresiones del Lord Mayor de la ciudad “trajeron cola”. Porque, por un lado, y algo comentamos en nuestra columna de la edición 195, Dámaso Larraburu disintió con conceptos del intendente y puso énfasis en remarcar el aporte de los gobiernos nacional by provincial (Cristina y Scioli) a Bahía Blanca.

Pero no quedó al margen Susbielles, que en las últimas elecciones, a diferencia de las anteriores, no fue candidato. Eso no significa que no busque protagonismo, pasada la compulsa electoral del último domingo de junio.

Ha “reaparecido”, si cabe, por la ciudad. Por un lado, porque tiene que ver, aunque no haya estado en el lanzamiento (al menos no se lo ha mencionado como asistente) de la Fiesta Nacional del Básquetbol, cuya nueva edición (anunciada como tercera, desconociendo antecedentes que el evento tiene y que explicamos en nuestra sección deportiva) se llevará a cabo desde el 24 de este mes, con amplio respaldo municipal.

Por otro lado, desde el ángulo de su función como gerente de Promoción Social del PAMI, ha estado por aquí, y revalidó su alistamiento en el kirchnerismo.

Susbielles negó, por otro lado, un acercamiento al intendente Breitenstein, aunque admitiendo contactos que tienen que ver con las funciones que uno y otro desempeñan.

Quiso desalentar las especulaciones del concejal Alejandro Curino y del senador Santiago Nardelli, quienes lo criticaron en su momento, cuando apareció junto a Dámaso Larraburu, tomando parte, junto al doctor Breitenstein, de una cena en homenaje al gobernador.

Negó Susbielles haber recibido algún ofrecimiento para ser secretario de Salud de la comuna local, pero respondió “elípticamente” (si cabe la expresión) a algunas preguntas concretas respecto de aquello que puede considerarse parte de su posicionamiento de cara al futuro.

Esas conjeturas ocupan la atención política por estas horas, atípicas si se quiere, porque suceden a una instancia electoral que “ya fue”; se enmarcan en una situación para nada común, dominada por la gripe A y sus efectos; y están, por si fuera poco, muy lejos de aquello que puede interpretarse como vísperas de lo que se viene: una larga espera hasta diciembre (cuando asuman los electos); y otra mucho más prolongada hasta octubre 2011, cuando se pongan en juego, nuevamente, intendencias, gobernación y presidencia.

Es tan largo el camino que resta recorrer que hay quienes (no pocos) buscan no quedar aislados para un trecho para nada corto, que reconocerá cambios. Aquellos que hicieron del ejercicio de cargos públicos una constante, no quieren verse compelidos a buscar trabajo común, con pérdida de “chapa” incluida. Está dura la calle y no es cuestión de tener que “patearla”, si cambiando ciertas posiciones puede seguirse cobijado en un buen despacho. ¿No?.

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