lunes, 16 de agosto de 2010

CUANDO EL GAS NO ALCANZA A TODOS…

Comunicado de la junta promotora de la Agrupación Municipal Nueva Bahía.

Hemos escuchado recurrentemente en estos días sobre el recorte de gas que sufren las industrias en el Polo Petroquímico local. Es un problema que afecta en forma directa a un sector que poco aporta a la economía local -en relación a la inversión realizada, a la mano de obra que emplea y al producto bruto bahiense-, y que mucho lo hace a la problemática ambiental.

Poco en cambio se ha dicho de lo que representa la falta de gas en miles de hogares bahienses. Las empresas tienen recursos para solucionar sus problemas, mientras que a los ciudadanos bahienses más vulnerables, si no interviene el Estado con acciones públicas concretas, es de esperar que nadie les contribuya a la solución definitiva de su problemática.

Las temperaturas bajas hacen que el frío cale hondo en los huesos de los bahienses, a los que no les alcanza con abrigarse: necesitan calefaccionarse. Se nos ha explicado desde el gobierno municipal que la garrafa social llega a unos tres mil trescientos hogares en forma mensual, y eso es bueno, pero sabemos que la gran mayoría la usa para cocinar y calefaccionarse en horas pico, que en una familia tipo (de 2 adultos y 2 adolescentes) rinde alrededor de una semana y que comprarla en el mercado cuesta entre 20 y 25 pesos. Por eso hay que echar mano a otras alternativas como es la leña, la que se intenta obtener de la más diversa manera porque si sólo se comprara, significaría un importante desembolso mensual para el bolsillo de esa familia tipo, ya que se tendrían que utilizar unos mil kilos por mes sólo para calefaccionarse.

Se nos ha explicado, desde las mismas esferas también, que el problema no está en la falta de garrafas sino en la precariedad de las viviendas. Por lo que formaría parte de la solución ejecutar una política de Estado que contribuya a revertir la desfavorable situación habitacional que padecen los ciudadanos bahienses más postergados, priorizándose desde el Presupuesto Municipal las necesidades más elementales de los vecinos y no sólo la de un sector con poder económico.

Por ahora, la comunidad se ha organizado para distribuir frazadas, ropa, calzado y medias, que resulta un paliativo para enfrentar el frío. ¿Cuántos inviernos más hay que esperar para que nos planteemos como sociedad acciones que cambien realmente la realidad de estos ciudadanos?

Por lo expuesto, claro está que a estos ciudadanos les resulta más caro calefaccionarse: mientras que muchos hogares bahienses gozamos de gas natural, mucho más económico que la combinación garrafa-leña y otras alternativas que se presenten, otros deben rebuscárselas para pasar el invierno de la mejor manera posible o, al menos, a la que pueden llegar para sobrevivir. Así, otra parte de la solución sería tomar la decisión política pertinente y sostenerla en el tiempo que apunte a que la concesionaria del servicio realice obras de extensión domiciliaria para que el gas natural llegue a los sectores más relegados de la población. De hecho, con cada factura de gas natural estamos pagando un tributo municipal con este destino. Las preguntas que nos hacemos son: ¿De qué monto total será este fondo, desde que se paga el tributo? ¿Se estará usando con este fin?

El invierno va pasando pero otros vendrán. Tenemos en nuestras manos como sociedad bahiense distintas posibilidades, no sólo eligiendo a un gobierno que priorice en sus políticas las verdaderas necesidades, sino reclamar para que el actual que nos representa a todos, se ocupe de los derechos de estos ciudadanos para que en los próximos años, nuestros vecinos no pasen tanto frío, teniendo los mismos derechos que los demás.

Junta Promotora Agrupación Municipal Nueva Bahía

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