270608 ¿VOLVER A EMPEZAR?

EL DESCENSO, LOS ERRORES Y LA NECESIDAD
DE PENSAR EN EL CLUB OLIMPO DEL FUTURO
Para Olimpo cayó el telón de su quinta temporada en la Primera A de AFA. No es poco decir que el club ha superado con largueza todo lo hecho, en la historia del fútbol de la ciudad, por cualquiera de las entidades cobijadas, si así puede expresarse, en la liga más antigua del país, que termina de cumplir precisamente 100 años (los mismos que el aurinegro celebrará en el 2010).
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Detenerse sólo en los éxitos (y sobre todo en la trayectoria brillante en todo tipo de torneos) no es la mejor receta. Sería involucionar si no se buscaran causales de este segundo descenso consecutivo (temporada de por medio en la B Nacional, en la que ganó de punta a punta los dos torneos del ciclo 2006/2007).
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No es tan difícil, además, detectar el cúmulo de errores que llevaron nuevamente a este desenlace deportivo no deseado.
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Olimpo equivocó el rumbo trayendo a Guillermo Rivarola que, se diría, no cayó bien de entrada. Le fue muy mal al equipo con su falta de conducción. Es probable que por eso haya seducido la primera etapa de su sucesor, Roberto Marcos Saporiti. Pero hubo una segunda, encarada sin los relevos adecuados y después que, antes de eso, se registrase un corto circuito que no pasó desapercibido, entre el adiestrador y la “dirigencia”, rótulo con el que ciertos sectores se empeñaron en identificar a lo que sólo era arte y parte de una sola persona (Jorge Ledo) o a lo sumo 2 (agregando a Sergio Zabaloy).
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Cuando lo del “Sapo” hizo agua, se apeló a Gustavo Echaniz, pero la cosa duró muy poco, pues hubo exigencias del “Potro”, de inmediato, quizá a sabiendas de la necesidad de exigir antes de “meterse en honduras”, conocedor del “paño”, como era, por su permanencia de años en la entidad.
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Sobrevino finalmente la presencia de Daniel Florit, un hombre de la casa, fundamentado en el espíritu, las ganas, la garra y todo aquello, valiosísimo, con lo que supo tutearse en su recordada época como jugador.
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Si se tiene en cuenta que condenado mucho antes al descenso, con Florit el equipo “sacó” 15 de los 21 puntos puestos en juego, no puede sino coincidirse en que lo suyo fue realmente exitoso (pese al desconsuelo de la última fecha).
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La caída del olimpiense a la divisional de ascenso ha tenido otras razones. En materia de jugadores, arranca con la presencia de Carlos Fernando Navarro Montoya. ¿Por qué no se quedó Marcos Gutiérrez?. Fue como suplente a Newell’s Old Boys, después de ser una de las estrellas del retorno a primera, junto al Zungui goleador, el artillero Ismael Blanco.
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Los dos jugadores fundamentales en la trepada de retorno rápido a la “A” fueron relevados por el ya citado “Mono” y otro veterano, Josemir Lujambio. Que hizo goles, sí, pero no en la proporción de otras temporadas propias (y mucho menos a la altura del que se fue al fútbol griego).
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Que hubo incorporaciones fallidas lo demuestran, además, los casos de David Solari (es conocida su hermana, la modelo Liz; lo es Santiago, triunfador en España, pero no él); Diego Armando Barrado (apareció recién en el tiempo de Florit); Raúl Saavedra y Carlos Araujo (ambos jugaron con intermitencias, pero nunca a tono con lo necesario) y José Leonardo Ulloa, que bien merece un párrafo (o más) aparte de lo global.
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La segunda etapa de Saporiti fue francamente deplorable, como para que una hinchada seguidora y paciente como la aurinegra empezara a insultar a los propios, por tan pobre demostración de espíritu futbolístico (que se muestre calidad y que se gane son otras dos variantes más sujetas a vaivenes). La falta de ánimo, de un plantel vencido anímicamente, fue lo exasperante.
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Entre medio de los males, se fue Ledo, algo así como la actitud de abandonar el barco antes que se hunda. Sin desconocerle que ha sido el hacedor, inequívoco, de la llegada de Olimpo a Primera, cuando principiaba el verano 2001/2002; y de su retorno inmediato, tras el descenso 2006. Nunca hubo una definición clara sobre ese retiro, porque la coincidencia más generalizada es que siguió manejando los hilos olimpienses (aunque sin estar visible. Y está demostrado con su presencia, en algún momento, como consejero aurinegro en la liga local.
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Pero seguramente el descenso que ahora se lamenta ha sido consecuencia de otros errores cometidos no solamente en lo que va de este 2008 (o desde mitad del 2007). La “dirigencia” amagó con metas incumplidas: ampliar el estadio; hacer jugar las divisiones menores en AFA; competir en la reserva o tercera especial con los clubes pares de la primera A. No se sabe, en rigor, para qué objetivo incorporó incluso un gerente traído desde afuera, al que nunca se encontraba en sede y si aparecía era para decir que “estaba yéndose”. Ni hablar de lo ocurrido, en estos años, con la participación del elenco de la primera local, rondándole por lo común más a los lugares “de abajo” que no a la lucha por el título.
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Al margen de todo eso, bastaba darse una vuelta por la sede de calle Sarmiento 52 para comprobar cómo, en todo este tiempo, Olimpo ha distado, por lejos, de ser el club de sus socios (¿tienen algún derecho acaso que justifique su obligaciones como tales?). Entiéndase bien: pagar la cuota supone sólo la posibilidad de ver dos partidos al mes, de la primera profesional, cuando hay torneos en marcha. Los meses caídos (ahora unos 45 días y en verano otro tanto, lo que suma tres meses), nada de nada.
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Ese es el Olimpo que termina de perder la plaza que tenía en la divisional de elite del fútbol argentino. Después de un gran esfuerzo del plantel en el ciclo Florit, es cierto. Después, también, de una gestión de Ledo, que lo erigió en el único dirigente en condiciones (y con la aptitud) para ejercer esa función. Zabaloy, a cargo por estos días del manejo del fútbol (dicen que habría pasado a ser el presidente en una reunión de este jueves 26), le sucedió con algunas luces, a veces, y negándose (al mejor estilo de su predecesor) cuando debía dar alguna respuesta (que ponía en boca de “colaboradores” o no daba simplemente). Porque en eso de maltratar gente en las oficinas han sido privilegiados (lo experimentamos cada vez que fuimos a buscar una acreditación como periodistas que somos, hasta que nos cansamos de tanta prepotencia injustificada).
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El párrafo para Ulloa: lamentable su comportamiento en la última fecha del Clausura 2008. Dejar a su equipo con 10 es algo que no puede admitírsele. Han dicho por allí que estaría con posibilidades de integrar el plantel en el inminente Nacional B. Salvo que con él ocurra lo que pasó con el Zungui Blanco, que “explotó” para ser figura del rápido ascenso 2006/2007 (para eso hay que esperar un verdadero “milagro”), no entendemos cómo y por qué se piensa en mantenerlo en el equipo. Sabrá Zabaloy; ¿sabrá Florit?.
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Hasta lo que se sabe, la CD en ejercicio no piensa dar el paso al costado. Cuando rinda cuentas, de septiembre hacia adelante, la temporada de la Primera B Nacional estará en marcha y avanzando en su primera etapa (son hasta ahora 38 fechas en dos ruedas). Tarde para recambios a mitad de camino. ¿Entonces?. No hay referéndum en esto, pero ¿no habría que hacer alguna consulta a los más de 7.000 socios que han soportado la caída futbolística del equipo al que siguen?. Ignorarlos olímpicamente no parece el mejor mecanismo, sobre todo pensando en el club, con cierta visión de futuro.
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Se sabe de un movimiento, precisamente a favor del club, que está gestándose desde hace algunos pocos meses. Tiene en vistas el próximo proceso electoral, pero va, en sus objetivos, un poco más allá. Quiere saber cuál es la situación real de la entidad. Aspira a conocer cómo se hará la aprobación del cálculo de recursos y presupuesto de gastos para el ejercicio que debe comenzar el 1 de julio. Le anima, originalmente, el propósito de conocer qué está pasando, puertas hacia adentro de Sarmiento 52. Cuando algo alcanza a saberse, ya es un hecho consumado, imposible por eso de revertir. Sería bueno, entonces, que dirigentes y socios pudieran tener, antes que sea demasiado tarde, un encuentro. Para mejorar a Olimpo, club, con abstracción del descenso futbolístico que duele y mucho por estas horas.