CRÍTICO DOCUMENTO

Fue emitido por el comité local de la Unión Cívica Radical, con relación
a la convención provincial realizada en San Miguel el 8 de este mes.
Ha llegado a nuestra mesa, gentileza que mucho agradecemos, un comunicado del comité local de la Unión Cívica Radical, que suscriben Ricardo Manuel Varela, presidente; y José Luis Malet, al igual que Nelda Coria y Martín I. Bustos. Por considerarlo de sumo interés, transcribimos su contenido. Es éste:

”El sábado 8 de noviembre se desarrolló en San Miguel la sesión constitutiva de la Convención Provincial de la UCR, centrando sus principales objetivos en la elección de sus autoridades, la constitución de la Junta Electoral y la elaboración de un documento político.
La primera etapa de la convención fue presidida por el titular de la UCR provincial, Daniel Salvador.
Allí en un marco de transparencia y ecuanimidad se eligieron las autoridades de la HCP, recayendo la presidencia en el señor. Diego Martínez, de la 3ra. Sección Electoral.
Tanto la referida persona como el resto de los integrantes de la mesa directiva, pertenecen al sector que circunstancialmente contaba para esa votación con mayoría de delegados (conjunción de CON y Modeso).
A esta altura cabe referir que la discusión que dividió la posición de los delegados estuvo circunscripta a la composición de la Junta Electoral, y en el que el grupo referido pretendía tener preeminencia en la Junta Electoral. En tanto el resto de los delegados aspiraban a constituir una Junta Electoral con equilibrio de los distintos sectores, a fin de dar transparencia y seguridad a todos los afiliados.
También es importante recalcar que la votación de autoridades fue equilibrada teniendo una ligera preeminencia el sector que impuso la totalidad de sus candidatos para ocupar los cargos de las mesas de la convención.
Una vez ocurrido ello, el presidente del comité de provincia procedió a dejar en manos de las nuevas autoridades la conducción de las deliberaciones del cuerpo.
Al asumir el cargo el nuevo presidente de la convención, formuló una breve alocución y acto seguido un convencional (Sergio Simoni, Sexta Sección Electoral) pidió la palabra y propuso que se voten a los miembros nominados por él a la Junta Electoral.
Inmediatamente el presidente manifestó que había una propuesta y debía ser votada.
A lo que instruyó que quienes estuvieran por la afirmativa levantaran la mano; segundos después y ante la sorpresa de propios y extraños concluyó que habiendo mayoría afirmaba se aprobaba la moción.
Hasta aquí un relato desapasionado de los hechos ocurridos.
En este contexto entendemos que la supuesta votación para la elección de la Junta Electoral del Comité de la Provincia de Buenos Aires, es inexistente, ya que no reúne los requisitos mínimos para dar validez al acto.
En efecto, el convencional proponente aporta los miembros de la Junta Electoral para que se voten en bloque.
Entonces lo primero a dilucidar era si se votaba nominalmente cada cargo o en bloque, de similar manera a como se actuó para la elección de la mesa. Ello no ocurrió.
En segundo lugar la moción debió ser ratificada por otro convencional. Ello no ocurrió.
En tercer lugar, el presidente debió preguntar si había otra lista para competir, atento la existencia de dos bloques claramente diferenciados. Ello no ocurrió.
En cuarto lugar el presidente ordenó votar levantando la mano y antes de que algunos de los que acompañaban la propuesta levantaran su mano (habiendo transcurrido menos de 10 segundos) manifestó que se aprobaba la moción propuesta para integrar la Junta Electoral.
Esta última situación fue absolutamente burda, ya que había más de 120 convencionales, entre los que sectores con postura diferentes tenían parecido número de delegados; en donde, por ejemplo, los miembros de la mesa no levantaron la mano y finalmente como consecuencia lógica de este relato el presidente no dio ningún resultado que avalase la votación.
Todo esto fue una farsa que no debe ser convalidada. La Junta Electoral es un cuerpo que garantiza la institucionalidad, la transparencia y la legalidad en el funcionamiento de la UCR de la provincia de Buenos Aires; si sus miembros están cuestionados desde su origen por supuesto que no pueden garantizar ni legalidad, ni transparencia, ni institucionalidad, quitándole en consecuencia
credibilidad a nuestra UCR”.