Empezó el 2010, ¡vaya novedad!, pero persisten los problemas, acrecentados, del 2009... y algunos que superan largamente el período de 12 meses que antecede al comienzo del nuevo año.
Calle 12 de Octubre, por ejemplo. Trabajos ordenados, vaya a saber por quién, pero a destiempo claro, como suele ocurrir, siguen demorados, ostensiblemente. Con gruesos inconvenientes para el tránsito que ya no está obturado por vallas, sino por la mitad de la calle, intransitable por la tierra acumulada y porque no se sabe, a ciencias cierta, qué puede haber debajo. Entonces, sólo un carril es ¿aprovechable? para circular. Lo cual tampoco es tan así en las ochavas, todas rotas en un largo trayecto, por huecos que nunca fueron cubiertos, salvo por más tierra, con hondonadas cada vez más profundas.
Paraguay al 500. Allí empezaron una obra, mucho más a destiempo, que debe ser producto de algún contrato de ABSA con algún prestatario de servicios. Rompieron pavimento; impidieron la salida de vehículos (“facilitada” con chapones de dudosa resistencia y muy mal “acomodados”). Rompieron asfalto donde no hicieron nada, más cerca de Alem. Y ¿ahora qué?. Nada de nada, entre una nube de polvo, lugares para estacionar que no son tales en toda la mano derecha y cosas por el estilo.
Quizás todo esto tenga una explicación válida en el robo de la “notebook”del secretario de Obras Públicas de la comuna, (¿sí?). Porque debemos suponer (¡oh, ilusos!) que en una ciudad con más de 350.000 habitantes (algunos ya citan 400.000, de puro exagerados, nada más), alguien ordena y autoriza, desde el municipio, los trabajos que deben mandar a hacer concesionarias de servicios. ¿O cada uno, como muestran las evidencias, hace “lo que se le canta”, con abstracción permisos; programas de obras; tiempos de ejecución; etcétera. Porque para los anuncios, son todos mandados a hacer, desde el Lord Mayor hacia abajo. ¿O no?.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario