“Frente a los cambios realizados por la municipalidad en el sistema público de transporte, la Comisión de Usuarios Testigos quiere invitar a todos los usuarios a acercarse para realizar un seguimiento de su implementación. La comisión viene reuniéndose los miércoles, a las 16, en el recinto del Honorable Concejo Deliberante. Es de suma importancia que los usuarios articulen sus reclamos y los vehiculicen institucionalmente para mejorar el sistema de transporte”.
Así dice un comunicado emitido respecto del polémico tema que está en danza, por dar un punto de referencia, desde unos dos años a esta parte, en especial en los últimos 12 meses, cuando la instauración del “nuevo sistema” avizoraba la posibilidad de encontrar las prometidas soluciones.
Es archisabido que no fue así y después de un año de la controvertida inauguración del esperado servicio las cosas han ido “de mal en peor”. Y esto, sin vuelta de hoja, ni punto y aparte, aunque sí con demagógicas declaraciones, fundamentalmente del secretario de Gobierno comunal, abierto y espontáneo para dar explicaciones que ni siquiera él cree (de su boca para adentro).
Hay una sola cosa cierta (con algunos apéndices complementarios): no habrá mejor servicio (y si mal no viene, no habrá siquiera servicio alguna vez) sin aumento de tarifa. No puede haber, como solución, subsidio permanente. Y ni soñar que aumenten las frecuencias, ni en una ni otra línea: habrá que esperar, en cada “parada”, todo aquello que las empresas quieran, porque ni miras de conseguir que los micros pasen más asiduamente.
Todo eso está claro. También, que los usuarios (vayan o no a reuniones o hacer consultas, salvo por los contestadores de los medios) deberán seguir sufriendo las consecuencias de una renovación que no fue tal, al menos si de mejor servicio se trata. Algo bastante parecido a otras rémoras que no son nuevas: calles rotas; falta de agua (aunque llueva y mucho); y, eso sí, muchas promesas, todas apuntando a la ciudad del futuro. ¿Qué futuro: cuándo?. ¡Ah!, este 2010 no es, felizmente, año electoral. Porque, caso contrario, oficialismo (y por qué no la oposición) tendrían las soluciones mágicas de siempre y de eso sí que estamos, todos, hasta la coronilla.
Un apunte final, para que no quede mal entendido: que la CUT invite a los usuarios está muy bien. Y mucho más, que haya gente con espíritu solidario, dispuesta a ofrecer su tiempo y sus ganas en procura de un loable fin comunitario, como es el de lograr que alguna vez el tema se resuelva a favor de la gente. Tanto como para no recordar, medio siglo después, cuanto menos, aquello de "¡un pasito más atrás, por favor!. Era todo el problema...
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