viernes, 20 de marzo de 2009

EL ADIOS A LUIS ANTONIO BEVILACQUA, QUE FUE SECRETARIO DE GOBIERNO DE VILLARINO

Tuvo una notoria trayectoria en Médanos y falleció este viernes 20

Cuando nos transmitían la nueva nos dijeron bien: “tengo una mala noticia”. Así era cuando, sobre media mañana, nos señalaban que, este viernes (20), falleció Luis Antonio Bevilacqua.

Lo conocimos casi de pibe, podríamos decir, porque era muy joven cuando ingresó a la Municipalidad de Villarino y nosotros ya andábamos por Médanos, y todo el vecino distrito, desplegando nuestra actividad periodística, a través de las páginas del podríamos decir “legendario” periódico VILLARINO.

Desde aquellos momentos y, por siempre, Luis fue algo emblemático en esa comuna. Como lo fue, naturalmente, verlo por las calles de su Médanos.

No hace falta hacer “su” historia. La hizo él mismo, con dedicación, esfuerzo, entusiasmo y una franqueza que, no dudamos, le jugó no pocos dolores de cabeza. Porque así suele suceder –y quienes lo conocieron, como nosotros, saben que es así en el caso de Luis– con aquellos que, en la vida, cualesquiera sean las funciones y niveles jerárquicos que les ocupen, mantienen una conducta y una actitud, no importando si esa posición les juega a favor o en contra de sí mismos, según las circunstancias de una sociedad cambiante, que desprecia los valores humanos y hace caso omiso de aquello que debe ser una norma inalterable.

Luis fue siempre el mismo. Fuera como responsable del área de comunicaciones de la intendencia de Villarino (donde transcurrió buena parte de su carrera); fuera ocupando el máximo cargo jerárquico al que puede llegarse en el gabinete municipal.

Hace poco más de tres años, cuando terminaba el 2005, tuvimos una no muy larga charla con Luis Antonio Bevilacqua. Le pedimos que desistiera de su determinación de alejarse de la Secretaría de Gobierno de Villarino. Lo hicimos en la certeza de cuánto significaba para él abandonar ese cargo, al que accedió innegablemente por sus conocimientos del quehacer municipal y por la capacidad de trabajo que le distnguía.

No logramos el objetivo buscado y pasadas sus vacaciones anuales, Luis volvió a su cargo de planta en la vecina comuna. Seguramente, con la amargura a cuestas y haciendo caso omiso a las consecuencias de esa decepción, inocultable. Fue fiel, también en eso, a sus convicciones.

En la mañana de este viernes (20) nos sacudió la noticia de su muerte, a los 49 años. No nos caben dudas que abrió un enorme vacío en la comunidad medanense. Tenemos absoluta fe que, también, tendrá la recompensa a sus valores, que no quiso resignar.

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