domingo, 28 de junio de 2009

INSTANCIA CÍVICA CUMPLIDA: ¡VOTAMOS!

Un lugar inusual nos tocó esta vez. De la concurrencia, cada dos años, a la escuela número 3, de Terrada al 400, pasamos a Rondeau 75, o lo que es igual, el Colegio María Auxiliadora. Hasta allí fuimos, temprano, porque la costumbre ha sido votar de mitad de la mañana hacia adelante. Una prevención, si cabe, para evitar la concentración de público, por el tema de la gripe A, claro.

Sin embargo, no fue la mejor receta. Por la espera, ya que la mesa 172, en el primer piso del colegio, recién quedó formalmente constituida pasadas las 8.30, por los imponderables propios del inicio: revisar la documentación; preparar la urna; verificar que estuvieran todas las boletas; y otros pormenores.

Alguna protesta (mínima); la sugerencia de hacer “esto” cada 4 años; la espera matizada por algún comentario; abrir las ventanas (también por la gripe); el voto de la autoridad de mesa y los fiscales; y recién 8.50, el primer votante “del pueblo”. Y el segundo, que no paró de quejarse… y el turno nuestro. Pero, ¡no!. Un custodio llegó para pedir que se atendiera (en la planta baja) el voto de un discapacitado, conforme lo que está estipulado.

A las 9.15, entonces, pasamos al cuarto oscuro, provistos de la “boligoma”, para cerrar el sobre. Y votamos, por vigésima quinta vez. Etapa cumplida, como tantas otras veces. Ahora, a palpitar la jornada de elecciones; sumar algunos datos; y esperar que, como es clásico, las boletas (millones en todo el país) digan qué es lo que piensa, siente y expresa la gente. ¿O no, porque nunca se sabe?.

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