miércoles, 8 de octubre de 2008

BREITENSTEIN INAUGURÓ EL MONUMENTO AL PREMIO NOBEL CESAR MILSTEIN




Milstein nació en Bahía Blanca justamente un 8 de octubre de 1927. Es onsiderado uno de los científicos argentinos con mayor prestigio internacional. Obtuvo el premio Nobel de Medicina en el año 1984.

En la mañana de este miércoles (8), el intendente municipal, doctor Cristian Breitenstein, dejó inaugurado el monumento al Premio Nobel César Milstein, obra representativa en memoria al vecino e investigador, emplazada en Rosario y Cuyo.
Estuvieron presentes el secretario de Gobierno, doctor Gustavo Mena; el secretario de Obras y Servicios, ingeniero Rubén Valerio; el presidente del Honorable Concejo Deliberante, doctor Juan Pedro Tunessi; funcionarios, delegados, concejales y consejeros escolares.
También estuvieron presentes representantes de la Escuela Primaria Básica Número 3 y de la Escuela Media Número 11 entidad educativa que lleva el nombre del doctor Milstein.

En primer lugar, el doctor Breitenstein, junto a un amigo del ilustre profesional recordado, descubrió el cartel alegórico que hace referencia al doctor Milstein, evocando también a los destacados científicos merecedores de premios Nobel Luis Federico Leloir y Bernardo Houssay.
Breitenstein señaló que “hoy es un día de agradecimientos”, y citó que “quiero destacar dentro de este reconocimiento a una persona que hoy no está, y que es el doctor Arrigó José Frizza, que fue un hombre muy valorado, excelente profesional y muy buena persona y hoy hubiésemos deseado que estuviera aquí para inaugurar esta obra”.
El jefe comunal agregó que “estamos tratando de refundar el espacio público desde distintas intervenciones urbanas que se van dando en diferentes lugares de nuestra ciudad, cuyo crecimiento estamos planeando y pretendemos que sea aún mayor. Que este lugar tenga el nombre de César Milstein implica darle lugar de importancia a la figura que ha tenido el doctor Milstein en Bahía Blanca y en la
Argentina”.
“Aquí ustedes van a ver un reconocimiento que implica a veces intentar simbólicamente desde el espacio publico dejar una referencia, para que los talentos individuales que han sido fruto de circunstancias personales, sociales o políticas y que fueron exitosas, puedan servir de modelo para las generaciones que están y que vienen”, manifestó Breitenstein.
Por último, el intendente expresó que “hay numerosos científicos hoy estudiando en la Argentina, muchos de los cuales se han ido, otros han regresado y quizá la interpelación mayor tiene que ver con como podemos generar o reconstruir un sistema educativo, un sistema de investigación, un sistema que no requiera que nuestros investigadores tengan que recurrir a otros espacios territoriales, a
otros lugares para poder destacarse”.

DETALLES DE LA OBRA

El monumento fue diseñado por el arquitecto Horacio Miglierina. Está trabajado como una pieza espacial y no tiene forma definida. La impresión visual del peatón es de un gran círculo rojo claro recortado en el cielo azul, a modo de las viejas glorietas del siglo pasado, sostenido por siete columnas y fuera de plano, como si hubiera pasado en fuerte viento.
El material seleccionado es metal de bajo mantenimiento. Las bases son de hormigón armado.
El aro, es un círculo de 8,50 metros de diámetro, conformado por cuatro caños de cuatro pulgadas, soldados entre sí con plantillas de metal. Este aro está en un plano inclinado entre cuatro y seis metros de altura, sostenido por columnas de hierro circular, de seis pulgadas de diámetro y al pie de cada una de ellas se colocó un artefacto lumínico, con un haz de luz que recorre la propia columna desde su base hasta el aro superior.
El monumento está implantado en una loma de 1,20 metros de alto,
totalmente encespado y con plantas ornamentales, que corresponde a un tratamiento paisajístico de un parque lineal que comenzó en Florida y Cuyo y se extiende hasta Cuyo y Don Bosco.
Dentro de este espacio se encuentran dos piezas monolíticas a modo de asientos denominadas poltronas, creadas por los escultores locales Luisina Pozzo Ardizi y Esteban González Garza.
Esta obra fue pensada como una pieza espacial-urbana, dentro de un espacio público, donde existe la interacción entre el peatón y el monumento, ya que se permite el ingreso por medio de un sendero a modo de rampa, en el que se colocaron las dos poltronas.
La obra fue pensada en un gran círculo recortado en el cielo, a modo comparativo, entre uno de los principales instrumentos que utilizaba el doctor Milstein -el microscopio – y su mundo científico.
Cuando el paseante observa el cielo desde el interior del monumento, se puede apreciar que la inclinación del aro superior está orientada hacia la Cruz del Sur, que puede observarse todos los 24 de marzo, fecha de fallecimiento del científico bahiense.
Hay un cartel, cuya inscripción dice: “Premio Nobel de Medicina 1984. Nacido el 8 de octubre de 1927 en Bahía Blanca y fallecido el 24 de marzo de 2002 en Cambridge, Reino Unido. Junto a él, los argentinos recordaremos, por siempre, a los doctores Bernardo Houssay, premio Nobel de Medicina (1947); y Luis Federico
Leloir, premio Nobel de Química (1970). La Municipalidad de Bahía Blanca y toda su comunidad, rinde homenaje a esta ilustre personalidad científica. Un orgullo para la ciudad y el país”.

APORTE DE LA DELEGACIÓN MUNICIPAL NORTE

Cabe destacar la colaboración prestada por la Delegación Municipal Norte, que permitió completar las circulaciones peatonales en torno al monumento; la colocación de la iluminación de todo el sector; y riego por aspersión sistematizado.

FOTO

El intendente municipal, doctor Cristian Breitenstein, junto al monumento que evoca la figura de César Milstein.

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