¿CAOS O SÓLO UN POCO DE SENTIDO COMÚN?

Seguramente que una fuerza como la Policía Federal –no muy identificada con la ciudad, porque no tiene actuación en su vida cotidiana, más allá de su privilegiada ubicación en pleno corazón de Bahía Blanca- tiene derecho a celebrar su día (en rigor es su semana). Todos lo hacen, ¿por qué no, entonces, ellos, sus integrantes?.

Casi se diría que es una costumbre que lo haga, sobre las 10 de la mañana, en una fecha como la de este viernes (30), en la calle Rondeau al 100, donde está la sede de su delegación.

Ahora bien: se sabe cuántas dificultades genera un corte del tránsito, a escasísimas cuadras de la Plaza Rivadavia. Esto, de un tiempo a esta parte, está agravado por la semipeatonalización de la calle O’Higgins, entre Brown y Chiclana, algo que, a ciertas horas, complica por demás.

Entonces, aún con la mejor buena voluntad, debe suponerse que un corte de la circulación de vehículos sobre Rondeau, entre Güemes y Vieytes, le suma una complicación más al tránsito.

Esto, dicho escuetamente, ocurrió, agravando el caos en que, de por sí, se ve sumido el centro de la ciudad. Con un agregado: una manifestación (no sabemos de quiénes) marchaba, a la misma hora del acto evocativo, sobre Vieytes, utilizando un sector de la vía reservada al tránsito vehicular.

¿Había, es cierto, inspectores municipales, tratando de hacer más llevadero el control. Pero, en el marco de los embotellamientos que se producen, es muy poco lo que realmente pueden hacer. Es decir, su actitud no puede ser sino pasiva, mientras los bocinazos; los nervios de los conductores demorados; y alguna maniobra de las que no debieran hacerse haya o no dificultades, hacen el resto.

Cuando de antemano se sabe de actos ya pautados (y para los cuales, además, se piden ciertas colaboraciones), ¿no habría por allí algún “iluminado” funcionario, que para eso le pagan, además, que actúe, previamente, con una pequeña dosis de sentido común?. Esto últino, no abunda; de eso no cabe la menor duda.