VILLARINO: PUERTAS ABIERTAS... PERO NO TANTO

Después de octubre y su convalidación (mediante el voto) en su cargo, hemos hablado de algunos aciertos de Raúl Mujica, el intendente de Villarino. Por caso, su acercamiento manifiesto a las entidades rurales, a propósito de la creación del Ente vial, o buscando opiniones para la cobertura del área de Producción comunal a la que, en una buena medida, se le dio jerarquía de subsecretaría, poniendo a su frente a Horacio Brión.
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Elogiamos, no hace mucho, las últimas incorporaciones a su gabinete, que ponen de manifiesto la intención de trabajar, codo a codo, con la comunidad. Pues es evidente que hay un cambio. El tiempo dirá, con aciertos en la gestión, cuán favorables han sido las nominaciones.
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De igual manera, hay algo cierto. Se ha hablado de un gobierno de “puertas abiertas” y en esa afirmación puso énfasis, el domingo 13 de este mes (111 aniversario de la ciudad cabecera), la secretaria de Gobierno municipal. Silvina Zoraida Chcair, expresidenta del HCD de Villarino, resaltó esa característica del municipio.
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O mucho nos equivocamos o esa es una expresión de la boca para afuera y dista de ser lo que los funcionarios (o algunos de ellos) piensan en rigor. Puertas abiertas significa abiertas para todos, residentes o no en el vecino distrito. Si el contacto está vedado para “con algunos”, la idea general tropieza con algún obstáculo que la convierte en poco creíble.
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En tiempos en que ejercía la presidencia del cuerpo deliberativo, la señora Chcair abrió algo así como un padrón de medios, para brindar información (fue antes de abril del 2007). Nunca recibimos nada, salvo la invitación a concurrir a la apertura del período ordinario de sesiones. ¿Ya estaban abiertas las puertas?.
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Política concordante, si la hay, insinúa la actual gestión de la presidencia del HCD del partido de Villarino, ahora ejercida por el doctor Carlos Bevilacqua. El eidl, cuando iba a asumir como secretario de Gobierno, buscó un “acercamiento” con nosotros (¿….?), dispuesto, como estaba (y nos dijo), a manejar las acciones políticas del gobierno. A poco de comenzar su tarea (en la que le acompañaba como subsecretario Diego Alessiani) no supimos más de ninguno de los dos.
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No deja de ser una pena que, abocados como están a una positiva tarea gubernamental (contactos tienen, en el más alto nivel, por la “pata peronista” del staff), manejen tan mal las relaciones. Si el propósito dista de lo que enuncian, bueno sería que también lo dijeran. ¿Por qué no?.