Están muy avanzadas las obras de construcción de la peatonal Drago, entre O’Higgins y Avenida Colón. Es una buena, porque la rapidez de los trabajos permitirá, a corto plazo, que ese paseo quede totalmente liberado para el uso por el público.
La vía de escape que para el tránsito vehicular significaba ese tramo, ahora cancelado, no sabemos que solución tendrá de parte de los expertos (que no le han encontrado variantes a una circulación entorpecida de continuo y desde tiempo inmemorial).
De todas formas, la peatonal será un hecho, bien es cierto que no se entiende que significará, en su entorno, la falta de “algo” (nunca se sabe qué) en la vetusta mole que alguna vez tuvo destino de Centro Cívico, nunca llevado a la práctica.
Mientras eso está en duda, persisten otros males: el transporte público de pasajeros; la ABL (que ahora se vería acotada); el pavimento que ya no es tal en micro centro, macro centro y mucho más; el convenio con CLIBA, a punto de caerse; etcétera.
Eso sí, fue lanzada la Agencia de Relaciones Internacionales.
Dicen, por allí, que cuando la primera delegación invitada, de alguna ciudad hermana, llegue a la ciudad, lo primero que harán es un city tour por los cráteres que, en profusión, muestran las calles bahienses.
No dejarán de pasear por la Avenida Capitán Martínez, si es que algo queda de ella para cuando vengan.
Eso sí, los baches estarán debidamente señalizados (hasta con algún sponsor). Y la recorrida, para completar, se hará en micros que, al paso que van las cosas, todavía podrían estar circulando, en espera de la licitación.
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