PORMENORES

Seguramente, ciudad como es esta Bahía Blanca, un lugar de paso para contingentes turísticos, como también lo es emisor, de la gente local que viaja a sectores de la región y del resto del país, está sujeta a ciertos imponderables. Uno de ellos es el tránsito de unidades de transporte que trasladan a grupos de turistas, desde distintos orígenes y hacia diversos destinos.
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Por esa razón, seguramente, dentro del programa “Bahía conduce”, al que tanta difusión se le hace, aunque no hay mayor énfasis en “salir de lo habitual”, salvo por la búsqueda de infracciones y la aplicación de las consiguientes sanciones, debe prestarse atención a un detalle.
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El caso que apuntamos es uno (pero se repite con alternativas parecidas). Este jueves (4), casi sobre mediodía (momento de natural congestionamiento del tránsito), una unidad perteneciente a una empresa turística (obviedad resaltada por cierta inscripción) circulaba por pleno centro. Dificultaba, claro, el paso de otros vehículos. Nada del otro mundo, podría decirse. Pero ningún inspector (que suele haberlos en profusión en algunas horas pico) tomó cartas en el tema. El “largo” del micro y su monumental carro complementario, denunciaba 23 metros. Todo lo demás, imaginable, doblando en alguna esquina, o esperando tener posibilidad de maniobra. ¡Atención, entonces!, porque está muy bien ajustar medidas, pero…
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Cambió la empresa adjudicataria del servicio de recolección de residuos. Pero a mediodía, este jueves (4), un camión municipal (supuestamente afectado a Saneamiento y Limpieza o dependencia afín) andaba perdiendo rezagos (o elementos parecidos), por carecer, donde corresponde, de la “tapa” trasera que impidiera que transitara volcando parte de lo que transportaba. ¿Y…?.
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Sector de la nueva terminal. Para salir de la monumental estación, todavía, hay que transitar por el camino de tierra que permite el acceso a Brown, de retorno hacia el centro. Esa vía, por estos días, es utilizada por las unidades de gran porte que hacen el servicio de transporte de pasajeros, para acceder al playón de los andenes. Pero debe ser utilizado por el público, para “volver sobre sus pasos”. La falta de un adecuado riego, con más los desniveles (los de siempre y algunos más) y las eventuales lagunas, hacen que resulte intransitable y bastante más. ¿Ningún funcionario municipal pasa por allí para darse cuenta de que algo hay que hacer?.