EN VILLARINO, DE TODO COMO EN BOTICA

Era más conocido el trascendido, puertas afuera del edificio de Moreno 41 de Médanos. Como ha sido casi algo invariable de mucho tiempo a esta parte. Se decía, en la mañana de este jueves (30), que “había reunión de gabinete” en el municipio del vecino distrito. Es más, se especulaba, en “mentideros” tempranos (los rumores crecen cuando avanza cada jornada y mucho más del mediodía en adelante) con que podría haber alguna señal respecto del alejamiento de la “pata peronista” del staff del intendente Raúl Roberto Mujica.

Andando las horas, fue perceptible que no era tanto como se comentaba en corrillos. Había, rondando las 10 y un poco más, funcionarios que no tenían siquiera la “invitación” para acercarse a la Sala de Situación, contigua al despacho mayor. Se supo, incluso, que sólo habría reunión de secretarios, pero nada más… o nada menos.

Lo cierto fue que el Lord Mayor tenía agendado, y eso era lo válido, un encuentro con funcionarios de la Funbapa. ¿Tema?. La instrumentación de una oblea para residentes del distrito de Villarino, para liberarlos del pago del “peaje” que debe abonarse en el puesto fitosanitario del kilómetro 714 de la ruta nacional número 3. Esa instancia, se nos apuntó, efectivamente tuvo lugar, por lo que es previsible que en poco tiempo la alternativa favorable para los vecinos del partido tenga vigencia. Se recordará, al respecto, la iniciativa oportunamente presentada por el presidente del HCD, doctor Carlos José Bevilacqua, aludiendo a la situación que se planteaba para los villarinenses en torno al pago de marras.

En otro orden, fuentes confiables citaron que las actividades del intendente Mujica incluían una reunión con la secretaria de Gobierno, Silvina Zoraida Chcair, lo que abonaba cierta ¿certeza? respecto del probable tratamiento de la polémica permanencia de funcionarios de extracción justicialista en el staff ejecutivo. ¿Por qué, dicha especulación?. Porque, coincidentemente, no estaba en la ciudad cabecera, este jueves (30), el secretario de Gestión Pública, Diego Alessiani, funcionario sobre cuyo alejamiento del cargo se tejen las conjeturas.

Ni tanto ni tan poco, fue la conclusión, avanzada la tarde del último día de abril. No se supo, en rigor, qué trataron el jefe municipal y la ex presidenta del HCD. Tampoco alcanzó a asegurarse si se hizo otro encuentro, ya de orden político, con Néstor Fabián Giambartolomei, primero en la lista perdedora en las recientes internas de la UCR con quien, supuestamente, se abordarían aspectos de la futura boleta radical para los comicios generales del 28 de junio, donde se renovarán bancas del HCD lugareño y sitios en el Consejo Escolar del distrito.

Observadores de la actualidad política de Villarino citaban, eso sí, dos datos dignos de ser tenidos en cuenta: el primero, que habría un acuerdo firmado, allá por mitad del 2007, que aseguraba la participación de “pejotistas” en el gabinete hasta el 2001; y segundo, que hay más ruido que nueces, en ese tema, ya que sólo Carina Guette, directora de Acción Social, se suma a Alessiani en lo que se considera la “pata peronista” del elenco de gobierno.

Esta consideración, si cabe, le quitaría a la cuestión una trascendencia mayor. Sobre todo porque, desde lo que trasciende, el propio Alessiani encabezaría la lista de Unión-Pro, para el HCD, en los venideros comicios, por lo que su función, en Gestión Pública, no iría más allá de principios de diciembre de este año. Entonces, ¿a qué tanta efervescencia?.

Desde otro ángulo, en los “mentideros” se seguía con no poca curiosidad el devenir de los “justicialistas”, en sus diversas variantes. Una especie da por segura la ubicación en primer lugar de Carlos Yunis, para el HCD, por el kirchnerismo, relegando otras pretensiones por ese lugar. Por otro lado, se sabía de la inauguración, este jueves (30) por la noche, del local “felipista” en Libertad 228 de Algarrobo, con el liderazgo de Miguel Blanco, el “alcalde” de otros tiempos, a quien, quiérase o no, se le reconoce una autonomía de manejo que no tienen otros. Qué se desprende de esa calificación corre por exclusiva cuenta y orden de quienes quieran mirar bajo el agua, donde las cosas aparecerían bastante más claras que en superficie.