viernes, 1 de mayo de 2009

Y BARRACAS VOLVIÓ UNA NOCHE…


Ya camino de regreso, como casi 60 años atrás, se nos aparecieron las imágenes de tantas cálidas noches de verano en las que, a cielo abierto, habíamos disfrutado de un partido, en el inolvidable Bosque de Thompson 645/61.

Con la alegría de un nuevo triunfo, largamente festejado (o la decepción de alguna aislada derrota), volvíamos a casa, entonces, después de una noche vivida al estilo de ese barrió que acunó nuestra niñez… y también la primera juventud, pero que marcó, para siempre, un fervor deportivo sólo comparable al que, en fútbol, generó Olimpo desde siempre.

Este viernes (1 de mayo, con reminiscencias del “San Perón” del día siguiente, como ocurría en la primera mitad de los ’50) vivimos, en una mezcla de recuerdos y nuevas vivencias, el renacer del viejo y también joven Barracas Central, aquel que vivimos, sufrimos y ¡gozamos!, por sobre todas las cosas, allá por los ’40 y los ‘50 del siglo que se fue.

¡Vaya si fue fiesta!. Porque podíamos imaginarnos un nuevo estadio, con el piso flotante, pero nos encontramos con un gimnasio brillante… y a pleno, como en aquellas recordadas noches de muchos veranos.

Realmente, hacía mucho, muchísimo tiempo, que no vivíamos un 1 de mayo así. Un feriado, dicho sea de paso, que nunca nos gustó demasiado. Pero siempre hay una primera vez, como para todo en la vida.

Éste del 2009, lo vivimos entre los recuerdos del pasado y las palpables realidades del presente, por el resurgir, como el Ave Fénix, del club que aprendimos a querer de una vez y para siempre.

Si nos pareció ver, en imágenes de la memoria, mientras escuchábamos los discursos, a aquellos equipos que jugaron en la cancha con piso de cemento alisado y pintado de rojo sucio; al "Pato" y Dardo Albizu, Julio Serrano, Florentino Julián, Edgar Maisterrena, Enrique García Pereyra, José Hernández, Julio Donatti y tantos otros (sin olvidar al renombrado Hugo Olariaga), como también a Comignani y Romano, o la nueva generación que encarnaron Torno, Pozuelos, Cavalli, junto al “Oso” Bottini y también Parrotta, de la mano del legendario Dardo.

Y se nos dibujaron otras figuras, como Antonio Rivero o Víctor Luque, o dirigentes como Agustín J. Lobato, Carlos Bertolli, Santiago Cavalli o Angel Chicharro, como así José Minniti; o un planillero rápido como el que tuvo el Bosque en sus mejores épocas (Fito).

Recordamos las kermeses familiares y las buenas y malas de los bailes (que dieron ganancias y pérdidas). Y aquellas tantas veces en que completamos libros de socios o de actas, cuando la secretaría era un pequeño espacio de chapas; o el altillo del salón social, subiendo la estrecha escalera, allá por los ’50.

Lo cierto, lo válido, es que, ahora con piso flotante en el rectángulo de juego; con tribunas pintadas a nuevo; con equipos de jóvenes y de chicos; y hasta con un elenco de danza jazz, vimos y sentimos el nuevo Barracas que nace cuando se van a cumplir 80años de la fundación del club.

“¡Tanto tiempo y nos encontramos en el club del barrio!”, nos dijo Virginia Linares, al saludarnos. “El primer paso está dado; ahora hay que seguir”, nos comentó Jaime Linares, en la despedida.

Y sí, es el club del viejo barrio en el que crecimos. En el que, más allá de ver a Aurora de Cavalli, la mamá del “Toti”, con sus 92 años, diciendo ¡presente!, reencontramos a muchas caras de otros tiempos. Alguien nos dijo, y con razón: “¡cuántos cuadernos habrá llenado tu papá!”, por aquellos años en que los libros del club pasaron por sus anotaciones, día tras día. Por eso, el 15 de agosto de 1959 (se van a cumplir 50 años cuando el club llegue a los 80) le entregaron como testimonio, una medalla de oro y un hermosísimo banderín, en azul y blanco, que reflejaba el escudo del Bosque, el mismo que vimos, este viernes (1), estampado en esa misma pared del final del estadio. Allí, donde alguna vez se situó la precaria secretaría de los primeros tiempos.

Desandábamos, por la calle Thompson, el camino a casa. Como casi 60 años atrás, seguíamos escuchando aquel “¡soy del Bosque!” de siempre, que vuelve a ser realidad. Barracas volvió una noche. ¡Y qué noche!.

FOTO

Cristian Breitenstein, Aurora de Cavalli y Jaime Linares en el corte de cinta que dio por inaugurado el piso flotante. Un momento histórico en la vida del club Barracas Central, este viernes (1), camino de los 80 años y en la noche de su retorno al básquetbol (Gentileza de Mario Minniti).

AMPLIAREMOS, AQUÍ, Y EN LA TRASTIENDA DEPORTIVA

2 comentarios:

Maria Serra dijo...

exc cronica .saludos a los que visiten esta pagina y felicitaciones al editor .-

Maria Serra dijo...

muy lindo .excelente por demas !