viernes, 21 de enero de 2011

JULIÁN DOMÍNGUEZ EN BAHÍA BLANCA: "ME TOCA TRABAJAR PARA RESOLVER LOS PROBLEMAS”



"Aspiro a colocar a la Argentina en el escenario mundial de los alimentos", afirmó el ministro nacional de Agricultura, Ganadería y Pesca.

Por segunda vez, en aproximadamente 48 horas, la ciudad concitó la atención por un tema que no es nuevo y que, quiérase o no, pone de manifiesto las razones por las cuales el país todo –la Argentina, otrora el granero del mundo; y abastecedora, por las propias, de mercados de todo el mundo, gracias a las riquezas de las que la ha dotado la naturaleza- se debate en una puja sin razón, mientras deja pasar su tiempo.

Esta vez, así como lo fue el pasado miércoles 19 a través de la Mesa de Enlace de las entidades agropecuarias, el eje de la cuestión fue el claro enfrentamiento que distingue al gobierno y al campo; o al campo y al gobierno, aunque desde ópticas muy diferentes ambos se empeñen en privilegiar un mismo objetivo.

Julián Domínguez, ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, estuvo en Bahía Blanca. Le precedió una manifestación, entre política y sindical, que hizo ruido en pleno corazón de la ciudad; y que más allá de eso se hizo notar, impropiamente casi, en el Salón Blanco de Alsina 65.

Porque bueno sería preguntarse cuántos, de mitad de la sala hacia atrás (e incluso en los pasillos adyacentes) sabrían de qué se trataba. Seguramente, la respuesta sólo podría remitirse a que toda mecánica que se utilice será válida, en cuanto signifique adhesión a una particular manera de gobernar, aunque no se sepa mayormente si es la correcta o deja de serlo.

Seguramente, es cierto también que el uso del pizarrón y de favorables datos estadísticos, le otorgó al funcionario nacional un handicap irrebatible. Porque nadie puede negar que hay quienes han hecho muy buenos negocios, desde todo ángulo, con la política que desde Balcarce 50 o sus cercanías, se ha llevado adelante en materia de campo.

Si Domínguez habló de 100 millones de toneladas de cereales y oleaginosas, para el ciclo 2011, será porque lo avalan, en su decir, datos estadísticos razonablemente serios. Y como no olvidó expresar que lo hecho (desde el gobierno y a favor del agro) “no es obra y gracia del Espíritu Santo”, habrá que creer que le asiste algo de razón. Porque es sabido que la Providencia, sin que importe demasiado el credo que se profese, no se mete en esas cuestiones, al menos manifiestamente.

Que en “el aire” del Salón Blanco, pese a los aplausos, se apreciaba el clima de algo preparado, muy poco espontáneo, tampoco puede discutirse.

La invocación a recordar la figura de Néstor Kirchner, por un lado, como también a Elsa Strizzi, por otro, no puede sino inscribirse en evocaciones sentidas (que no pueden discutirse para nada), pero también en algún golpe de efecto, de esos que generan apoyo, traducido en aplausos.

Si es tan real que, como dijo Domínguez, y lo tradujo el informe de la agencia oficial de noticias, el ministro aspira, realmente, “a colocar a la Argentina en el escenario mundial de los alimentos", será cuanto menos una cuestión opinable.

Domínguez, con su ladero Haroldo Lebed, que le ha secundado en la función de repartir algunos recursos, para impulsar la recuperación del campo en el sudoeste bonaerense, ha ganado opiniones favorables, con esa mecánica. Lo cual no indica que eso sea algo sustentable en el tiempo y por el contrario, supone que el campo sigue dependiendo de “parches”; y no transita un camino de soluciones reales y efectivas.

Después de la jornada que superó la mañana y avanzó hacia la tarde de un ciernes de pleno verano (cuando lo normal sería que unos y otros estén de vacaciones porque el año es muy largo después) ha quedado “flotando” la misma incertidumbre: no se ve un horizonte claro y un objetivo común. Y es más: aquello que se le critica al campo, achacándole móviles políticos al encuentro del miércoles 19 en el predio ferial de la corporación bahiense, sólo tuvo su reválida en el edificio municipal, desde el otro extremo de la disputa. Nadie ceja en pos de su meta. ¡No hay futuro!, de esa manera.

LA REUNIÓN DE PRENSA

El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, afirmó que "en los últimos diez años el trigo ha tenido una rentabilidad histórica" y que el país "está viviendo un modelo histórico en materia de producción y de inserción".

El ministro formuló estos conceptos, en conferencia de prensa, junto con el secretario de Emergencia Agropecuaria, Haroldo Lebed; y los intendentes de Bahía Blanca, Cristian Breitenstein; de Tornquist, Gustavo Trankels; de Coronel Rosales, Hugo Stara; de Monte Hermoso, Alejandro Dichiara; y de General La Madrid, Juan Carlos Pellita.

Domínguez participó, es notorio, en el Palacio Municipal de nuestra ciudad de un acto con agrupaciones políticas y organizaciones sindicales, entre otras, donde habló sobre las medidas adoptadas para la región del sudoeste bonaerense en el marco del lock out dispuesto por la Mesa de Enlace agropecuaria.

"Yo aspiro a ser el ministro que pueda colocar a la Argentina en el escenario mundial de los alimentos, de la participación económica y de un crecimiento sin precedentes", afirmó Domínguez durante la reunión con los medios de prensa.

Al hablar sobre el encuentro de la Mesa de Enlace del pasado miércoles 19, el funcionario nacional afirmó que "cualquier opinión en particular mía sobre las características de los dirigentes gremiales, de un pelo puede hacer que nazca una peluca".

"Como yo quiero ser parte de la solución, vengo a rendir cuentas de lo que hice y me parece que no contribuye en nada que transmita una opinión política sobre las características de los dirigentes gremiales", agregó.

En ese sentido Domínguez explicó que "me toca trabajar para resolver los problemas, por eso hemos tomado las cinco medidas que acordamos hace 30 días en la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca".

Recordó que "se pidió la liberación del saldo exportable y el segundo día de la segunda semana de enero abrimos todo el saldo exportable".

"Le pedimos a la molinería que compre 2 millones y medio de toneladas para generar movimiento en el mercado interno y se nos pidió una tasa cero para que el productor no quede a la deriva y el que quiera retener el trigo lo pueda hacer de manera tal que no sea rehén de la presión ni de los acopios, exportadoras y que pueda proteger su principal valor que es el trigo", comentó.

Domínguez expresó, además, que "hemos asignado un cupo de 500 mil toneladas para la región y esperamos que cuando termine el cese de comercialización dictada por las partes se pueda iniciar rápidamente un proceso de comercialización".

El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca añadió que "le estoy pidiendo a las cooperativas que importan, una participación más activa en el mercado de la exportación".

"Particularmente, me voy a comprometer que las cooperativas tengan una mayor participación en este proceso de exportación; lo hablamos con la señora presidenta; y esperamos que en los próximos 30 días el mercado del trigo esté normalizado", dijo.

Para Domínguez "la discusión está por la captación del precio; quienes conocen el mercado saben que históricamente en diciembre, enero y febrero son meses donde todos los productores quieren vender, lo que naturalmente pasa y es una regla de la economía".

"Por eso salí a plantear hace más de 30 días que la molinería tenía que garantizar el precio teórico", señaló.

El funcionario expresó, además, que "ahora no trabajo ni de psicólogo ni de sociólogo, soy ministro y trato de hacer lo mejor para que a la gente y a los productores les vaya bien y si hay cosas que corregir las corregimos".

"Sobre la naturaleza del paro muchos me preguntan si es político y les respondo como respondemos los gringos del campo: si tiene cabeza de chancho, tiene cuerpo de chancho, patas de chancho y cola, y hace cuchi chuchi póngale la firma que es un chancho", ironizó.

Domínguez afirmó también que "cuando logramos la liberación total del saldo exportable se dice no al cese de comercialización y me cuesta entenderlo, no forma parte de ningún manual de negociación gremial".

"Al menos hubieran esperado y hubiésemos contribuido a la posibilidad que el mercado se fuera normalizando", expresó.

EL ACTO EN EL SALÓN BLANCO

El intendente municipal, doctor Cristian Breitenstein, presidió, junto al ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, el acto del que participaron el secretario de Emergencia y Desastre Agropecuario de la Nación, Haroldo Lebed; el vicepresidente de Bapro Mandatos y Negocios, doctor Dámaso Larraburu; el presidente del HCD local, doctor Marcelo Ciccola; y los intendentes de Coronel Rosales, Néstor Hugo Starc; Monte Hermoso, Alejandro Dichiara; Tornquist, Gustavo Trankels; Coronel Suárez, Ricardo Móccero y de General La Madrid Juan Carlos Pellita. También, el titular del HCD de Villarino, Luis Antoniuk.

Estuvieron presentes funcionario nacionales, provinciales y municipales; concejales de los distintos partidos de la región; legisladores; representantes de agrupaciones políticas e integrantes de los sindicatos UOCRA, SMATA, y Camioneros, como así de la Confederación General del Trabajo.

El doctor Breitenstein agradeció “la permanente presencia tanto del ministro Domínguez como de Haroldo Lebed, porque han tomado nota, claramente, de la especificidad que tiene el sudoeste, pero fundamentalmente porque han tenido la capacidad de diálogo, de empatía y de trabajo que requería esta zona”.

El jefe comunal bahiense dijo que “asistimos en estos días, a una expresión de conflicto que quizás los menos, pretendan volver a instalar como ocurrió hace poco tiempo en nuestro país. Tengo la sensación de que es legítimo que cualquier sector, o grupo o factor de poder pueda expresar su postura, su perspectiva, su idea y es parte del sistema político y su madurez”.

“Lo cierto, también, es que la potestad que tiene el gobierno nacional, que conduce la presidenta Cristina Fernández, y por cuyas indicaciones trabaja el ministro, también tienen un interés y es un interés público como sustento y como legitimización”, aseveró.

“En el caso concreto de Bahía Blanca, hemos tenido una asistencia importante en materia de emergencia, de desastre agropecuario, de asistencia para la lucha contra la tucura, de asistencia para la mejora de los caminos rurales; sumas millonarias que han regresado al sudoeste bonaerense para atender los problemas específicos del sector”, destacó Breitenstein.

“Me da la sensación de que hay algunos interesados en volver a la agenda del pasado, que es la agenda de la conflictividad; la gran mayoría de los que estamos aquí presentes queremos hacernos cargo de la agenda del futuro, que tiene que ver con la agenda de oportunidades, a fin de con superar conflictos innecesarios, trabajar como lo ha hecho el ministro Domínguez en soluciones de fondo y concretas que lleven armonía, contra intereses concretos que seguramente
no están interesados en tenerla”, expresó.

Finalmente, el intendente mencionó que “tanto el ministro Domínguez, Haroldo Lebed, el gobierno nacional y todos los aquí representados, estamos apoyando y trabajando conjuntamente con directrices que imparte la presidenta Cristina Fernández, en pos de que tengamos una zona pampeana, un sudoeste bonaerense progresista, activo, inclusivo desde todo punto de vista y es por el cual asumimos el compromiso que ratificamos en este momento”.

“Hemos promovido un modelo de crecimiento y desarrollo productivo agropecuario, donde el sujeto agrario es el productor”. Así lo manifestó lugego el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, quien agradeció al intendente Breitenstein “la hospitalidad, la solidaridad y el permanente acompañamiento”.

Previamente el funcionario nacional pidió un minuto de silencio en memoria del ex presidente de la Nación, Néstor Kirchner; y de la senadora provincial Elsa Strizzi.

“El proyecto de Néstor Kirchner nos devolvió la posibilidad de vivir en un país donde no tengamos que sentir vergüenza de las decisiones que tomamos”, afirmó Domínguiez.

“Mi intención es brindarles mi visión del sector agropecuario y contarles las políticas de este sector, para explicar como se inserta el campo en el proyecto nacional”, dijo.

Según el ministro “los que quieren que no analicemos que es lo que ha pasado con el campo, en definitiva, pretenden no discutir lo que verdaderamente tenemos que debatir y la verdadera revolución que se ha hecho en el sector agropecuario en esto diez años”.

“La presidenta Cristina Fernández me ha encomendado contribuir a la resolución de un conflicto político para que se vea lo que ha pasado en los últimos años producto de la decisión de políticas de estado”, añadió Domínguez.

“Tuvimos que trabajar fuertemente para recuperar la zona del sudoeste bonaerense, que había sido muy castigada por la sequía, entonces creamos los instrumentos necesarios para que los productores puedan sembrar”, dijo Domínguez, para luego consignar que gracias a la implementación de medidas como los fondos rotatorios, “más de 2.000 productores se incorporaron al sistema productivo”.

Por último, aseguró que “el Estado tomó todas las medidas necesarias para defender al productor. La cosecha de trigo no terminó y ya abrimos todo el saldo exportable. La decisión de la presidenta fue que haya una tasa de interés a costo cero para que el productor, sea o no sea sujeto de crédito, que no malvenda su producción y no sea víctima de negocios inescrupulosos”.

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