UN MARTES ATÍPICO

Los martes suelen ser días “ni”, por su intrascendencia marcada. Tanto que salvo excepciones, ni siquiera hay fútbol, por lo general. Pero en la imprevisible Argentina de estos días, hasta un martes como este (17), después de un feriado largo, puede llegar a estar rodeado de alguna expectativa.
Una de ellas, anunciada como conferencia de prensa, ya transcurrió. El sonido ambiente o los aplausos dieron a entender que no era eso, sino un encuentro con presencia de los periodistas. Alguna vez se aprenderá que las reuniones de prensa deben ser con periodistas y no con público “que influye” a favor del que habla. Sobre todo cuando, por caso, el ex presidente de la Nación, que ahora es el presidente pero del PJ, ataca, cual es su costumbre, a ciertos medios de comunicación, influyentes de por sí.
Néstor Kirchner, que de él se trata claro está, halagó ciertos oídos en la misma medida en que molestaba a otros con sus dichos. O mucho nos equivocamos o habrá que coincidir con él en que algo se modificó durante su período de gobierno, probablemente a favor de una bonanza de situación que no ha sido mérito suyo, pero que fue bien aprovechada.
Desde otro ángulo, concederle que la tozudez del gobierno respecto de las retenciones es en defensa de la “mesa de los argentinos” sería propio de la mayor ingenuidad.
La retórica respecto de los “morochos” y los “blancos” sólo puede ser adjudicada a un juego de palabras con que el santacruceño ex mandatario quiere ironizar y por cierto que le queda grande, más allá que apele a denostar las críticas que se le formulan por sus mocasines (otra ironía exhibida para la “gilada”).
Pasó una primera instancia de la tarde de este martes (17). Se espera otra, aunque ningún iluso pueda suponer que lo que dirá la presidenta de la Nación diferirá en algo de lo dicho por su antecesor en el cargo, que parece no haberse ido, al menos todavía, de Balcarce 50.