miércoles, 12 de noviembre de 2008

LA CARIDAD BIEN ENTENDIDA, SI EMPIEZA POR LO PERSONAL... ES MUCHO MÁS CARIDAD



A Monzó le pidieron de todo, pese a que
a algunos los había echado el protocolo.

Alistarse, políticamente, aunque sea con el
“mepaso” atempera efectos de la crisis.


¡Para muestra basta un botón!, era, en la antigüedad, un dicho muy común. Que no pierde actualidad, pese a ser muy añejo. Más temprano o más tarde (no importan demasiado los tiempos), se muestra la hilacha. Y esto que decimos, y que por supuesto no inventamos nosotros, por muy viejos que se diga que somos (y esa es una verdad que no pretendemos rebatir), tiene, siempre, alguna manifestación palpable. Y puede aplicarse a hechos bastante disímiles, si se quiere.
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Las crónicas se han ocupado, en las últimas horas, de algunos pormenores sobre la visita que hizo, al comenzar la semana, el flamante ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires. Como es notorio, Emilio Monzó anduvo, entre otros lugares, por el vecino partido de Villarino (Pedro Luro y Médanos); como así por Puan, Patagones e incluso Bahía Blanca.
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De las solicitudes, no pocas, que le hicieron los productores (que no pierden ocasión y esta vez la tuvieron) no nos ocupamos en este comentario. Si diremos, sucintamente, que fueron, en Villarino por caso, el pedido de subsidios no sólo para ganaderos y apicultores, sino también para los productores ajeros y de ovinos.
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Por allí, es obvio, no dejó de plantearse una vez más la necesidad del riego para lana norte del distrito, una asignatura pendiente, que se remonta a a muchos años y que cíclicamente se renueva en su reclamo. ¿Acaso hará falta hacer mucha memoria, para recordar que en el 2005 vinieron a la zona técnicos israelíes expertos en la materia y nunca pasó absolutamente nada?.
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Hubo más, ya que más allá del global pedido de impulso para las declamadas políticas esbozadas en el plan de desarrollo del sudoeste bonaerense, se le pidieron a Monzó semillas de verdeos, mijo, moha y sorgo, como así de avena, cebada, centeno y vicia, para la campaña 2009. Y sería interminable citar otros requerimientos que el ministro, nuevo en la función, atendió con especial buena predisposición. Tanto, que prometió volver ¡antes de fin de mes!. ¿Soluciones en menos de 20 días?. ¡De no creer!.
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Puede ser de no creer, pero no tanto, es algo que sucedió mientras se aguardaba, en el palacio municipal de Moreno 41, el comienzo de la reunión que tuvo como escenario el recinto de sesiones del Honorable Concejo Deliberante de ese distrito. En el hall aguardaban productores e incluso ediles.
Sin embargo, se leyó una nómina de quienes tendrían acceso al encuentro en el piso alto del edificio comunal.
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Después de esa lectura, la directora de prensa municipal invitó al resto a retirarse, cumpliendo, según explicó, expresas directivas del ministro Monzó. Hubo quienes así lo hicieron, entre ellos el concejal Luis Antoniuk; y quienes no se dieron por satisfechos y aguardaron. ¡Oh, sorpresa!. Cuando camino al HCD pasó el ministro provincial, él mismo invitó a los circunstantes a participar. ¿Exceso de celo de la funcionaria comunal; orden mal entendida; o, simplemente, actitud personal, muy a la usanza de quien cree poder manejar a su antojo cuestiones en las que debe ser, meramente, ejecutora de decisiones superiores?.
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Y vale, aquí, sobre todo para quienes no son (ni tienen por qué serlo) entendidos en la materia, una cierta aclaración: no es la primera vez que cosas así ocurren en el manejo del área de prensa, ceremonial y protocolo del vecino distrito. Cualquier similitud con actitudes de algún área lugareña de la materia es, sí, no una coincidencia. Es como si formaran parte de una misma escuela.
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No pocas veces, porque circunstancias de esas se presentan con frecuencia, hemos aludido al reconocido “mepaso”. No sabemos si está debidamente registrado ante la justicia electoral, pero que sí entendemos que suma adeptos (adherentes o afiliados) como para hacer gala de un buen caudal de fichas. En todo caso, en cierto momento, exigiremos a la agrupación nos reconozca los derechos de autor, porque periodísticamente hace mucho tiempo que acuñamos ese rótulo.
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¿A qué viene esta actualización?. A que comprobamos, muy al pasar, como son moneda corriente, por estos tiempos -muy cercanos al final de un año de impasse electoral, pero que anticipa al que se vendrá en menos que los que todos imaginan, el 2009, que está a las puertas- los conciliábulos entre aquellos que buscan posicionamiento a cualquier precio.
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En horas cercanas al mediodía de este tórrido miércoles (12), se nos presentó un cuadro digno como ilustración, si hubiésemos sacado la foto, de estas apostillas. Camino del HCD lugareño, observamos una reunión, en reducido local, con participación de gente allegada a la política. Algunos porque la han ejercido; algún otro que procura ingresar a alguna lista; y por fin, quien teniendo mandato vigente parece preocuparse, un tanto demasiado, por alguna postulación futura, de cara al vencimiento de su período legislativo.
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El ángulo que nos hubiera permitido un mejor enfoque, si de fotos se tratase, no era el más adecuado. Pero vimos algunas caras. Alguna, más; y otras, menos conocidas en el ambiente, aunque en esto último nos asista una inusual generosidad de amplitud, que nos haga sonreír, privadamente. Porque lo de “menos conocidos”, nos suena casi, diríamos, ampuloso (o como lo desearían ellos).
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A manera de ejemplo, algunas referencias. Alguien fue edil entre 1983 y 1985, porque el sorteo lo descartó (¿felizmente, acaso?) para ocupar una banca en los dos años siguientes del primer período del cuarto de siglo de democracia que siguió al 30 de octubre del ’83. Otro circunstante, anduvo por los escaños parlamentarios lugareños entre 1999 y el 2003. Una tercera persona, se dice, estaría militando en una agrupación cuya presentación, fallida en cuanto a la pobreza de la convocatoria generada, se hizo cerca de mitad de año en la ciudad. ¿Más?. O mucho nos equivocamos, o es alguien que ha cambiado el rumbo… o se sumó antes de lo previsto, en el orden local, al presunto acuerdo que, impensadamente, estaría sellando la UCR (o lo que queda de ella) y la Coalición Cívica, ávida de conseguir ubicar a su líder en una lista que le permita tener, ¡por fin!, un escaño legislativo nacional desde diciembre del año que viene.
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Si lo que apreciamos era un encuentro para empezar algunas acciones conjuntas, no entendemos mayormente cómo podrían llegar a hacerlo. Pero antes de eso, bueno sería que desde cierto sector se clarifique a qué apuntan el giro, notorio, dado desde algún tiempo a esta parte. Incluso, reconociendo que la afiliación al “mepaso” es, salvando las distancias, una muestra más de aquello, tan antiguo, pero también tan vigente, que pregonaba Maquiavelo. El 2009 está muy cerca; y la crisis, dicen, durará buen tiempo. Cobijarse dentro de una lista, cualesquiera sea, que permita un lugar “para entrar”, no está nunca mal. Sobre todo para algunos… y para otros.

FOTO

Emilio Monzó, ministro de Asuntos Agrarios bonaerense, reunido con el intendente de Bahía Blanca, doctor Cristian Breitenstein, y los productores.

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