lunes, 14 de abril de 2008

FINAL ANUNCIADO: SE FUE SAPORITI

FINAL ANUNCIADO: SE FUE SAPORITI
Tenía que ser así, aunque desde el ángulo de la dirigencia se desalentara esa alternativa. Roberto Marcos Saporiti se fue, este lunes (14), de la dirección técnica del equipo profesional con el que Olimpo está afrontando el Clausura 2008 de la Primera A de AFA.
El pobrísimo desempeño del plantel (sólo 5 puntos sobre 30 puestos en juego), precipitó la salida del adiestrador, que había asumido el cargo tras la etapa de Guillermo Rivarola (dirigió hasta el partido ante Independiente, del Apertura, en el que el aurinegro cayó 3 a 0) y el interinato de Gustavo Echaniz, que condujo al conjunto en el triunfo ante Huracán, en el Carminatti.
Paradójicamente, el propio Echaniz se hizo cargo de la función, ahora, nuevamente de cara a un enfrentamiento con el “Globito” de Parque Patricios. Olimpo lo enfrentará este venidero viernes (18), desde las 21.15, en cancha de Argentinos Juniors, por la undécima fecha del programa de la segunda parte de la temporada. Le secundará, se dijo, Sergio Hernández, a quien suplirá Daniel Florit, en su tarea al frente de la primera local.
Hasta lo que se sabe (por estas horas se inicia el trámite de desvinculación contractual de Saporiti), Echaniz dirigirá al equipo hasta la finalización del torneo, bien es cierto que se ha comentado su aspiración de seguir más adelante.
Esto merece un apartado, aún en la para nada fácil situación en la que Olimpo está (con 0,931 de promedio en este momento), muy comprometido por el fantasma del descenso (por ahora directo) y obligado a sumar puntos en una forma superlativa –no menos de 18 unidades de las 27 que tendrá en juego de aquí al final– para intentar, al menos, jugar la promoción.
Nos referimos a que, de una vez por todas y hacia adelante, la entidad local deberá cambiar el rumbo y fortalecer su propio plantel. Es decir, trabajar con gente del medio (la ciudad y la zona, si acaso), para darle identidad a su futuro equipo: ya sea (deseable), para seguir en primera A; fuere (caso extremo) para desandar nuevamente el camino si le tocara incursionar en la Primera B Nacional.
Aún entendiendo exigencias propias de la más alta competencia (el fútbol es un espectáculo, muy caro, además, porque es un negocio como cualquier otro), alguna vez debe apuntarse a que el equipo oro y negro, que representa a la ciudad, lo sea también en la práctica. Que cada temporada (o cada torneo corto) no convierta a los profesionales en pasajeros en tránsito en un itinerario en el que Bahía Blanca es apenas una escala transitoria.
Sin alentar utopías fuera de época: que la instancia que vive Olimpo, aún en el hecho consumado de estar navegando a mitad del río, sirva para reencaminar el rumbo. Echar mano a lo mejor que tenga en su cantera (Echaniz y Hernández deben saber algo de eso) y dar estímulo a los más jóvenes, los de aquí o los que han llegado con el espíritu de quedarse, a través de conferirles una oportunidad. Es cierto que no ayudan ni el momento ni las urgencias de puntos. Pero alguna vez hay que empezar.
A propósito del final de un ciclo, un párrafo para Saporiti, al que hemos criticado y muy duro. Muy noble su reconocimiento hacia la ciudad, la gente, los jugadores y los dirigentes. Y su palabra, al decir (frente a su desvinculación) que cobrará sólo lo trabajado, habla de su hombría de bien. Media temporada atrás, a esta misma altura, consiguió éxitos que retemplaron el ánimo. No lo repitió en esta etapa. Son cosas del fútbol, que exige resultados y que no sabe, en estos tiempos, de otros valores.

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