POLÍTICA DEL "PAGO CHICO"

POLÍTICA DEL “PAGO CHICO”
No es fácil interpretar las oscilaciones políticas que se producen aquí, tanto como en cualquier otro lugar del país. Por eso, seguramente, la mejor receta puede ser observar como se suceden los acontecimientos y esperar de ellos, como consecuencia, la perspectiva de un mejor futuro, al fin de cuentas lo único importante.
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Menudearon las críticas hacia el intendente antes del inicio del período ordinario de sesiones del Honorable Concejo Deliberante, que ocurrió en la víspera del aniversario de la ciudad, esto es, con algunos días de demora respecto de la fecha tradicional de apertura del ciclo parlamentario lugareño. El Lord Mayor estaba de viaje y los ediles esperaron.
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Claro que, en la antesala, le pasaron de alguna manera la factura. No pasó desapercibida una expresión del concejal Andrés De Leo (Acción Radical Bahiense) quien citó que la ciudad “necesita un intendente comprometido en la acción, un intendente para la Bahía Blanca 2008 y no para la Berlín del siglo XXI”. Hablaba, claro está, de los problemas estructurales que demandan solución. “Se desconoce hacia donde estamos yendo”, opinó, tras reclamar la solución de temas estancados por situaciones de conflicto, como el transporte público, la recolección de residuos o las obras de agua y cloacas.

No fue el único, por cierto. Norberto Martínez, de Integración Ciudadana, habitualmente crítico, lo fue también esta vez. Exigió que el jefe comunal sea “orientador y planificador de las iniciativas para el crecimiento”. También dijo que “no puede responsabilizar a los demás de las ineficiencias propias”. Debe preocuparle, dijo, entre otras cosas, por qué pasa con las obras prometidas. Aludió al caso de los 13 a 15 millones que se afectarían a pavimentación.
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Elisa Quartucci, del bloque Coalición Cívica, a su turno, expresó que no quiere un intendente ausente y opinó que “no hay una visión de hacia dónde se pretende que vayas la ciudad”. También dijo que “no creo que haya un plan de gobierno”.
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Juan Pedro Tunessi, presidente del cuerpo deliberativo manifestó que “quiero un intendente que esté a la cabeza e involucrado con los principales problemas de la ciudad, sin especulaciones”. Añadió que el bloque oficialista “tiene que ser mucho más protagónico”. “Acá, tiene un CD que ha demostrado enormemente que se hace superresponsable de todas las cuestiones; que tiene escrúpulos y responsabilidad”, añadió.
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“Ha sabido gestionar grandes obras en este poco tiempo y buscar grandes recursos para brindar soluciones a necesidades que datan de hace 20 años”, defendió Marcelo Ciccola, del Frente para la Victoria/PJ, la bancada oficialista. “El intendente tiene capacidad de gestión y deja que sus funcionarios hablen por los medios sobre determinadas gestiones”, consignó.
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Hubo otras opiniones. Fustigó Carlos Ocaña (UCR): “no está involucrado”, dijo. “Se están efectuando un montón de obras” (concepto de Saúl Figueroa, del FpV Gremial). Y Fabián Lliteras (FpV) manifestó: “vemos que los grandes anuncios que ha realizado el intendente no se han cristalizado. Hay límite para la paciencia del vecino. Hablo de las viviendas, las cloacas, de las necesidades básicas”.
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No las tuvo todas consigo, en ese tiempo de declaraciones, el intendente. Más bien, casi todas en contra. Pero habló, el pasado jueves (10), abriendo las sesiones del deliberativo local. Anunció que la municipalidad pondrá más de 100 inspectores en las calles y que se reforzarán los controles de tránsito, minoridad y alcoholismo.
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Cristian Breitenstein señaló que (desde esta semana) 110 inspectores municipales comenzarán a recorrer las calles mañana, tarde y noche, para controlar no sólo cuestiones vinculadas con el tránsito, sino, también, con la minoridad y el alcoholismo. “El Estado debe recuperar el control de las calles y lo estamos haciendo”, puntualizó.
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“hoy se ve la presencia policial en la calle”, explicó, tras recordar que “hace unos meses la ciudad estaba por estallar en materia de seguridad”. No es momento de evaluar sino de seguir trabajando en el mismo sentido para consolidar lo que hasta ahora se ganó”, afirmó.
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Estando frente a los ediles, no olvidó, claro, de decir que en 30 días se licitará la obra para adecuar el edificio de Sarmiento y Estomba, en el que funcionará el HCD, aventurándose a señalar que sería (la del 10), la última apertura de sesiones en el actual recinto del sexto piso del Mercado municipal.
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Tampoco dejó de citar que “vamos hacia un nuevo sistema de transporte público de personas y hacia un nuevo esquema de recolección de residuos”. E instó a los concejales, señalando que “los convoco a trabajar en conjunto, sabiendo que el principal compromiso es con el vecino de Bahía Blanca y el segundo es el mutuo”. Espero que durante este ciclo de sesiones ordinarias podamos trabajar en este sentido, enfatizó.
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Después del mensaje inaugural del jefe del gobierno comunal, el doctor Tunessi indicó que “creo que el intendente tiene intención de trabajar, acordar y compatibilizar criterios comunes para los temas centrales y las políticas de mediano y largo plazos que necesita Bahía Blanca”. Es un buen comienzo, agregó, refiriéndose a si se lleven adelante los anuncios formulados.
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Lo cierto es que, a la luz de las críticas anteriores; y el mensaje de apertura (del 10), hubo un encuentro, este mismo lunes (14). Estuvieron el intendente Breitenstein y el secretario de Gobierno, doctor Gustavo MENA; y los ediles Tunessi, Ciccola, Ocaña, Lliteras, Quartucci, Martínez, De Leo y Figueroa.
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La reunión, de una duración de dos horas, sirvió para que hubiera un intercambio de opiniones sobre variados temas. “Estamos todos con una expectativa de que empiece a funcionar un mecanismo de diálogo, a partir de reconocer la representación del concejo, dijo el doctor Tunessi, al término de las conversaciones.
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Transporte público y cloacas parecen haber sido asuntos prioritarios en la agenda de temas que exigen soluciones. La licitación del nuevo sistema para el funcionamiento de los micros no parece, aún así, transitar por los mejores caminos (había anunciadas medidas de fuerza desde fuentes sindicales). Pero hay, eso sí, interés común en avanzar en la resolución de ese espinoso asunto.
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Mientras eso ocurría, respecto de la relación DE-HCD, en la ciudad se conocía, andando esta jornada, una denuncia del Partido Comunista. Según lo manifestado, desconocidos habían ingresado al local del PC, en Roca 84, provocando destrozos. Los representantes de la agrupación dijeron que podría tratarse de un “mensaje mafioso”. Los malvivientes, de acuerdo a lo informado, ingresaron por la puerta principal del local y causaron un gran desorden allí, además de quemar una serie de distintivos partidarios en una salamandra. Nos prendieron fuego algunos folletos y otros objetos del PC, sostuvo José Lualdi, en declaraciones radiales.
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Casi, los contrasentidos. Por un lado, un acercamiento, lo que no es poca cosa, entre el ejecutivo y el deliberativo de la ciudad. Por otro, la práctica reñida con elementales normas de convivencia. ¿Por qué?.