jueves, 11 de septiembre de 2008

MURIÓ CARLOS LEMOS




DEPORTISTA, POLÍTICO Y EMPRESARIO.
BAHIENSE, AURINEGRO Y RACINGUISTA.


No hace falta, seguramente (lo han hecho, de inmediato, los medios convencionales) ahondar demasiado en la trayectoria del político y empresario cuyo fallecimiento enluta a los círculos de la ciudad en los que actuó en las diversas facetas de su vida.
Sí consideramos adecuado referirnos a algunas alternativas que lo distinguieron, sin pretender con ello hacer una cronología puntillosa de hechos y circunstancias para las que hay que recurrir al rigor de los archivos.
Seguramente, sin descartar ese buceo detallista, es mucho más razonable acudir un poco a la memoria.
Cuando le conocimos, hace ya largamente más de 40 años, volcaba su entusiasmo y su empuje en uno de los equipos de básquetbol emblemáticos de esta Bahía Blanca: el Olimpo que fue campeón con Fruet, después del retorno aurinegro al deporte de los cestos.
El historial lo ubica, en la reseña del deporte que ha distinguido a esta ciudad, integrando el equipo que ganó el título oficial de las temporadas 1961 y 1962, pero que antes ganó el ascenso a primera, en el año 1960. Entonces, seguramente en su mejor época, estuvo junto a “Lito”, pero también con Julio Serrano, Mario Moggia, Oscar Cuperman, Juan Carlos Cerdeyra, Luis Spigariol y Carlos Tomás, entre otros.
Siguió en el básquetbol como dirigente, alcanzando la vicepresidencia de Olimpo, en los tiempos de Roberto Migliorini.
Pero fue fervoroso seguidor del aurinegro en las doradas épocas de los repetidos títulos locales y las incursiones en los regionales, en fútbol.
Repartió, claro, su corazón deportivo, entre el oro y negro de Olimpo y el albiceleste del Racing Club de Avellaneda, del que fue hincha toda su vida. Casi como un estigma, realmente, por los años en que uno no llegó y otro se debatió, descenso incluido, en una sequía de años. Sin embargo, no cambió sus colores.
Tampoco lo hizo, como singular identificación, de esas que marcan a fuego toda una vida, en el orden político. Es probable que por eso fue también presidente del comité local de la Unión Cívica Radical.
Pero trascendió el ámbito estrictamente partidario para proyectarse a la ciudad y más allá de la Bahía blanca misma. Fue concejal aquí, en el período 1983-1987, para ocupar después una banca en la Cámara Baja de la Legislatura bonaerense, entre 1989 y 1993. Volvió a ser edil local, entre 1997 y 2001.
Enrolado en la tradicional Línea Nacional, a la que adhirió en forma permanente, le preocupó la unidad del radicalismo, por la que bregó con denodado esfuerzo.
Sintió a su ciudad, tanto como político como deportista. Y le ofreció su empeño y su vocación a través de la empresa de la que formó parte, siguiendo la trayectoria de su padre: la “Rastreador Fournier”.
Como adelantado a los tiempos que corren hoy en día, con todos los imponderables que la crónica diaria refleja en los medios, supo anticiparse, en el equipamiento de unidades que, hasta lo que sabemos y hemos podido comprobar a través de los años, se anticiparon a las exigencias que plantea la proyección hacia el futuro. Luchador desde su costado empresario, no perdió de vista la perspectiva de la nueva ciudad que, como él, todos anhelamos.
Hecho a las viejas costumbres (y sabemos que fue así en su andar cotidiano) sólo bastaba un llamado telefónico, requiriendo un servicio de su empresa, para tenerlo, puntualmente, en el lugar y el horario convenido, sin más requisito que haber pedido la unidad e indicado el itinerario a seguir. Nos consta y por eso lo decimos.
De corazón aurinegro y racinguista a la vez; políticamente radical; y bahiense por excelencia, porque quiso a su ciudad, hizo todo aquello que, a su leal saber y entender, creyó tener que hacer.
¿Si esa es la manera de definirlo?. No lo sabemos, aunque entendemos que es la forma en que nosotros podemos hacerlo.
En la madrugada de este jueves (11), murió Carlos Enrique Lemos. Por esos caprichos del destino, no alcanzó a ver el nuevo sistema del transporte público de pasajeros que se enseñoreará en breve en las calles de la ciudad. Como Olimpo, como Racing, como la política y la UCR, fue otra de sus pasiones. Alguna vez, andando el tiempo (que todo lo ubica en el lugar que corresponde) se le rendirá homenaje. Será muy merecido.

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Contador Carlos Enrique Lemos, quien falleció, este jueves (11), a los 65 años. Había nacido el 16 de mayo de 1943.

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